Jorge Díaz-Rullo ha aprovechado un corto viaje a Madrid para hacer boulder durante una mañana en La Pedriza. En esta sesión ha podido anotarse El Elegido 8B+/C y Kyros 8A+/B.

Establecido por Beto Rocasolano en diciembre de 2017 y con primera repetición de Nacho Sánchez en octubre de 2018, El Elegido ha recibido unas cuantas repeticiones desde entonces y se ha consolidado como uno de los problemas más deseados de La Pedriza. En 2022 solo lo pudo encadenar Hamish Potokar y en 2023 llegaron dos repeticiones más, de la mano de Pablo Zamora y Jesús Muñoz «Chuchi». La ascensión de Jorge abre la cuenta de El Elegido en 2024.

El madrileño ha explicado que ya probó El Elegido «hace dos años. El bloque me encantó pero entonces no pude resolver el movimiento del crux y decidí olvidarme de la línea. Este año volví un día a La Pedriza y lo tuve cerca en mi primera sesión pero me acabé abriendo la piel y he tenido que volver un día más para poder hacerlo».

Poco después de encadenar El Elegido, habiendo reposado, Díaz-Rullo también ha encadenado Kyros, «un problema muy explosivo, completamente contrario a mi estilo. Sorprendentemente he podido encadenarlo en unos pocos intentos».

Aunque el boulder no es la principal especialidad de Jorge, cada año le dedica algunos días. En 2023, por ejemplo, pudo repetir Hipoxia 8C, en Navalosa. Su mejor flash en boulder, hasta la fecha, es el de Airbus 8A+, en La Pedriza, y 8C es el grado máximo en su libreta.

Actualmente Jorge Díaz-Rullo está trabajando en diversos proyectos de deportiva a la vez, sobre todo en Santa Linya y Siurana. En esta última escuela está invirtiendo sus esfuerzos en Sleeping Lion, sobre la que ha explicado que ya ha conseguido un high point cayendo en la última sección de resistencia, la misma que tumbó a Alex Megos en varias ocasiones, igual que también le había sucedido a Chris Sharma. 2024 no ha hecho más que empezar…