La actividad en la Cueva de Hanshelleren, en Flatanger (Noruega), ha sido notable a lo largo de 2022. Adam Ondra y Jakob Schubert estuvieron ahí durante el mes de septiembre y coincidieron también con Stephano Ghisolfi. El italiano viajó para probar Silence, en la que realizó grandes progresos, y como premio, de momento, se anotó la primera repetición de Move Hard 9b.

El objetivo de Ondra y Schubert era ambicioso. En el mismo viaje que el checo equipó Silence, en 2013, también dejó otra línea lista para ser asediada. Con el nombre provisional de Project Big, la vía surca todo el arco izquierdo de la cueva y Adam considera que es «la verdadera línea de Flatanger». Por ese motivo decidió centrarse primero en Silence, valorando esta última como más factible a medio plazo.

Cuatro años después de equiparla, el 3 de septiembre de 2017, Adam Ondra finalmente tachó Silence, la primera propuesta de 9c de la historia de la escalada deportiva. Entonces ya insinuó que existía una vía que podía ser más dura, pero no dio muchos detalles.

A raíz de la reciente visita de Adam y Jakob a la Cueva de Hanshelleren los dos escaladores han publicado en su canal de YouTube unos vídeos donde por fin revelan algunas de las claves de Project Big. El vídeo del escalador checo desarrolla toda una historia alrededor de la cueva y sus vías y logros, mientras que el del austríaco se focaliza casi al cien por cien en el durísimo proyecto.

A pesar de que no se ha repetido todavía, Silence se considera el primer 9c de la historia. Desde entonces solo dos vías más han sobrevolado ese grado. Alex Megos propuso el 9c para Bibliographie, en Céüse (Francia), aunque las repeticiones la han situado en el 9b+; y Seb Bouin encadenó el pasado mes de mayo DNA, en el sector de La Ramirole, en pleno corazón del Cañón del Verdon (Francia), proponiendo también 9c. La escalada deportiva sigue evolucionando y Project Big podría ser el siguiente eslabón en la escala de la dificultad.