Miška Izakovičová encadena ‘Golden Gate’ 5.13b (8a), su segunda vía en libre en El Capitán
La eslovaca completa un proyecto con el que empezó a soñar en 2019. Entonces probó por primera vez 'Golden Gate' pero le pareció una vía demasiado ambiciosa para ella. Con más experiencia y metros escalados, ha vuelto al Valle de Yosemite para hacer los deberes
Miška Izakovičová ha escalado en libre Golden Gate 5.13b (8a), una de las vías más populares de El Capitán, en el Valle de Yosemite (California, USA). La escaladora eslovaca ya escaló en libre Freerider en 2018 e inmediatamente después se fijó en Golden Gate. «Hice un tímido intento en 2019 pero entonces la vía era demasiado para mí y me pareció imposible. Cuando se cerraron las fronteras a causa de la pandemia seguí soñando con la vía, esperando una nueva oportunidad para probarla de nuevo», explica Izakovičová. El año pasado volvió a Yosemite, pero «la vía me seguía intimidando. A pesar de todo, decidí probarla de nuevo y no me fue nada mal. Sabía que tenía que volver».
La pasada primavera Miška se lesionó un tobillo y tuvo que apartarse de la escalada durante tres meses. Una vez recuperada, y antes de regresar a Yosemite, la actividad de la eslovaca centró principalmente en los Alpes franceses y en la zona de la torres de arenisca de Adršpach (República Checa), un lugar cercano a su casa.
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«Jamás había luchado tanto en un largo como el A5 Traverse»
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Izakovičová ha pasado tres semanas en el Valle de Yosemite antes de atacar Golden Gate. «Me sentía bien desde que llegué, más fuerte que nunca», comenta. La eslovaca ha pasado siete días en la pared, completando su ascensión justo antes de que entrara una tormenta que según las previsiones meteorológicas se iba a alargar cuatro días. Ha podido resolver los cuatro crux de la vía siguiendo una buena estrategia en la pared y según su relato, dice que «jamás había luchado tanto en un largo como el A5 Traverse. Estuve a punto de caerme en casi todos los movimientos una vez superada la mitad del largo. Tras resolverlo no quería cantar victoria todavía. Quedan cinco largos para llegar a la cima pero sabía que éstos no me iban a impedir encadenar la vía».
La escaladora y alpinista eslovaca reconoce que «Golden Gate es, sin lugar a dudas, lo más duro que he escalado nunca. Además, esta ascensión significa mucho para mí porque he liderado todos los largos, en libre, y realizando casi todo el trabajo de izado de petates. Este estilo es exactamente el que había soñado y aún no me creo que haya sucedido».