Tom Bolger ha aprovechado las últimas semanas de anticiclón en Margalef para apuntarse dos primeras ascensiones y la repetición de una vía poco frecuentada. El escalador británico afincado en Catalunya es a día de hoy uno de los equipadores más activos en la escuela del Priorat en lo que a vías duras se refiere.

Como buen conocedor de Margalef, Tom ha centrado sus esfuerzos durante la primera parte del invierno en el Balcó de l’Ermita, donde ha equipado dos líneas que tienen todos los ingredientes para convertirse en clásicas: La Vida en High Definition y Life Is a Rock Trip.

Sobre estas nuevas joyas comenta que «El Balcó de l’Ermita es muy especial y encontrar una línea que saliera por ese desplome tan impresionante me hacía mucha ilusión. Después de subir hasta la parte de arriba del muro y descolgarme para buscar la línea me di cuenta que podían salir dos vías con roca de muy buena calidad. Empecé equipando La Vida en High Definition, una vía con un bloque muy marcado, de un paso a campus de monodedo. ¡Ese movimiento es muy fanático! A partir de ahí, sin ningún reposo bueno, te quedan 20 metros de pasos atléticos y también técnicos, hasta un paso final muy guapo sobre una pinza perfecta de arenisca; algo curioso en Margalef». Bolger se anotó la primera ascensión de esta vía a finales del pasado mes de enero proponiendo 8c+/9a y Beto Rocasolano ha realizado recientemente la primera repetición confirmando el grado.

Con este primer proyecto finiquitado, Tom no se fue muy lejos: «Equipé la vía de al lado, a la que he llamado Life Is a Rock Trip. Comparte la entrada con La Vida en HD pero después sigue por una capa de roca salpicada de pequeñas chorreras que le dan un estilo distinto respecto a su vecina. También tiene más resistencia, con un paso final duro que añade un punto mental al conjunto». Para Tom Bolger, que también se apuntó la primera de esta vía, Life is a Rock Trip es 9a.

La Vida en High Definition y Life is a Rock Trip se han convertido en las dos vías más duras del Balcó de l’Ermita junto a Nit de Bruixes 9a+, la king line equipada por Jordi Pou y que hasta ahora solo han podido encadenar Iker Pou y Ramon Julián.

Estas son de momento las dos aportaciones más destacadas de la temporada por parte de Tom Bolger en Margalef, donde el año pasado también estableció Wild West y Frenesí.

Tercera ascensión de Widowmaker, a por las vías duras del Purgatori

Cambiando de sector y de zona, aunque sin salir de Margalef, Tom Bolger ha pasado los últimos días escalando en el sector Purgatori. Así describe este sector la guía de Vicent Palau y Maya Ayupova: «Aunque con  pocas vías, es junto con la Visera de la Catedral, uno de los mejores sectores de Margalef para aquel que busque largas rutas de continuidad y alta dificultad. Encontraremos largas y desplomadas vías de octavo grado, repletas de chorreras y buen canto y en su parte más desplomada, larguísimas vías reservadas solo a aspirantes al noveno grado». Intimidante descripción, que se entiende cuando ves el imponente muro del Purgatori por primera vez.

Bolger ha firmado ahí la tercera ascensión de Widowmaker, una vía equipada por Vicent Palau, a la que Ramon Julián le puso el primer punto rojo en noviembre de 2015 y que cuatro años más tarde, en octubre de 2019, repitió Gonzalo Larrocha.

El británico se fijó en Widowmaker después de ver una foto de Iker Pou probándola: «Me llamó la atención ya que en la foto de intuían unos movimientos muy fanáticos en un muro impresionante. La vía no defrauda. Es muy física, de resistencia, hasta que llegas a un bloque muy marcado donde hay que tirar de un monodedo hasta una presa plana donde te caben tres dedos».

Con Widowmaker ya en su libreta Tom sigue motivado en el Purgatori, donde tiene en mente probar varias vías más.