Stefano Ghisolfi firma la tercera ascensión de la casi inédita ‘Kangaroo’s Limb’ 9a+, en Flatanger
El italiano sigue realizando progresos en 'Silence' y para mantener la motivación y energía encadena un proyecto paralelo. 'Kangaroo's Limb' solo tenía dos ascensiones hasta ahora
Stefano Ghisolfi se ha hecho con la tercera ascensión de Kangaroo’s Limb 9a+, en Flatanger (Noruega). Se trata de una de las vías más cortas de la Cueva de Hanshelleren y hasta ahora solo contaba con las ascensiones de Adam Ondra -primera ascensión en septiembre de 2013- y Jakob Schubert, que la repitió a finales de mayo de 2016.
Prácticamente inédita, Kangaroo’s Limb es una línea muy explosiva con seis movimientos a bloque consecutivos. El estilo de escalada es radicalmente diferente al de la mayoría de vías de Flatanger, donde la resistencia es un factor clave. Ghisolfi ha comentado que escogió «este proyecto, en paralelo a Silence 9c, para ahorrar energía. Estoy contento de haber conseguido la tercera ascensión de la vía, mi 9a+ número 18″.
Stefano Ghisolfi sigue centrado en Silence
Stefano Ghisolfi ya ha hecho dos viajes a Flatanger este verano y ha realizado algunos progresos en Silence, aunque recientemente ha reconocido que no es nada fácil mantenerse motivado con un proyecto de tal envergadura: «Es duro. No solo la vía, sino por todo el proceso. Hacer la aproximación a la cueva cada día, jumarear para probar los 10 mismos movimientos, esperar a que se sequen las presas, caer y caer, tener dudas sobre el proceso. Proyectar algo en mi límite, o quizás por encima, es devastador, me absorbe toda mi energía. A veces quiero dejarlo y escalar vías más fáciles (o nadar en el mar) pero entonces recuerdo que esto es lo que me gusta, a pesar de todo».
Silence versus Burden of Dreams
Solo hay un escalador en el mundo que puede hacer una comparativa como la de Silence contra Burden of Dreams, una de las vías más duras del mundo, si no la que más, contra el primer 9A de boulder confirmado.
«En el viaje que hice en mayo pude probar tanto la vía como el problema de boulder, sin éxito alguno, y encontré algunos parecidos y muchas diferencias», dice Stefano. El vídeo es interesante.