Siebe Vanhee ha realizado la primera ascensión en solitario y en libre de Voie Petit (450m 8b), en el Grand Capucin, en pleno corazón del macizo del Mont Blanc. El belga ha invertido una jornada y media para realizar la actividad, los días 24 y 25 de junio. Abierta por Arnaud Petit, Stephanie Bodet, Pascal Gaudin y Jean-Paul Petit, y liberada por primera vez en 2005 por Alex Huber, Voie Petit, teniendo en cuenta la altitud, se considera una de las vías más exigentes de los Alpes.

Durante los últimos dos años, Vanhee ha realizado varias vías en solitario, en el mismo estilo que ahora ha escalado Voie Petit. Dice que le gusta «la logística que implica y las técnicas que debes utilizar para gestionar los sistemas de cuerdas, además del reto de escalar en libre, con la máxima seguridad posible, en solitario».

Entre sus ascensiones más destacadas en solitario y en libre, se encuentran las de Une Jolie Fleur dans un Peau de Vache (300m 8b) y Take It or Leave It (110m 8a), en el Cañón del Verdón, o El Pilar del Cantábrico (500m 8a+), en el Picu Urriellu.

«Desde la primavera de 2024, deseaba un reto más exigente en solitario. Voie Petit es una de las vías en pared más duras de los Alpes, tanto por la mantenida dificultad de sus largos como por la altitud. Como quería una buena dosis de aventura y ver hasta dónde podía llegar, me planteé escalar Voie Petit en el día y desde abajo. Como no sabía si podía conseguir escalar la vía a vista o en el día, me llevé un saco de dormir ligero, alguna ración extra de comida y un hornillo por si tenía que derretir nieve en la repisa tras el séptimo largo. Nunca se sabe», ha comentado Siebe.

La escalada en solitario de esta línea ha presentado dificultades extraordinarias para Vanhee, «ya que se atraviesan muchos techos, de diversas formas y tamaños, y rapelar, remontar las cuerdas e izar petates se convirtió en todo un reto también, más allá de la dificultad a la hora de escalar la vía».

Finalmente, ha podido escalarla en un día y medio, tras sufrir en la pared por la exposición al sol, «algo a lo que no estoy acostumbrado y que no me imaginaba que me afectara así a 3.500 metros de altitud». Vanhee ha decidido dormir en la repisa posterior al séptimo largo, tras haber escalado la tirada más difícil, la quinta, en dos intentos, los mismos que ha invertido en el sexto y séptimo largo. En la segunda jornada ha pisado la cima del Grand Capucin, «escalando finalmente un expuesto espolón de 6b que me ha llevado hasta lo más alto, para culminar otra escalada en solitario de la que estoy orgulloso».

 

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