James Pearson se ha llevado la primera repetición de Echo Wall (E10 7a), en la cara norte del Ben Nevis (Escocia). Establecida por Dave MacLeod en 2008, han tenido que pasar dieciséis años hasta que alguien ha sido capaz de repetirla. Siempre se ha descrito como la vía de escalada tradicional potencialmente más dura del Reino Unido y una de las más difíciles del mundo, circunstancia que ha filtrado a los posibles candidatos a repetirla.

Echo Wall recorre una arista a lo largo de 70 metros, en la que es necesario colocar piezas pequeñas en puntos marginales, convirtiéndola en una línea difícil de proteger y muy expuesta. Además, culmina con una sección a bloque con una potencial caída al suelo en caso de error. Localizada en una zona remota del Ben Nevis, los días en los que las condiciones son idóneas para escalar la vía son escasos, añadiéndole más carácter si cabe.

La ascensión de James Pearson

James Pearson, que tiene ahora 38 años, ha afrontado la vía con precisión y tenacidad. Inicialmente la trabajó en solitario, hasta que su pareja, Caroline Ciavaldini, le acompañó para asegurarle el día de la ascensión.

El británico ha trabajado la vía durante seis días. A pesar de la complejidad de las condiciones meteorológicas, primero ha realizado una ascensión con las piezas de autoprotección previamente colocadas y posteriormente, el 1 de agosto, otra colocando todo el material durante la escalada.

«Todavía no me lo acabo de creer. Si miro atrás, siento que ha sido una experiencia enriquecedora y que el proceso, de principio a fin, ha supuesto una de las ascensiones que me ha hecho sentir más orgulloso en toda mi carrera como escalador. La reputación de Echo Wall es de sobras conocida, por su exposición, pero también por las complejidad logística. Por esos motivos no la había probado antes. Sin embargo, desde que cerré Bon Voyage, en 2023, de repente Echo Wall pasó a estar en lo más alto de mi lista de vías que quería probar, así que empecé a preparar el viaje a Escocia», ha explicado Pearson.

El relato de James sigue, remarcando que «Echo Wall siempre ha estado rodeada de misterio, y como la mayoría de gente, yo no sabía mucho acerca de la vía. Desde que Dave la escaló en 2008, y hasta donde yo sé, nadie más la había intentado. En mi primer día en la vía pude resolver todas las secciones de manera aislada y pensé que podría encadenarla con rapidez. No me impresionó mucho la protección disponible en la pared superior, pero me resultó muy difícil trabajar la pared inferior; además, los emplazamientos para protegerte me dieron menos confianza de lo que había imaginado. En total, probé la vía ocho veces. El primer intento fue para instalar las cuerda, el segundo bajo la lluvia y en mi sexto día de intentos, la encadené».