Ainhize Belar ha encadenado Skin Dead 8c, en Valdegovía (Álava). Es el segundo 8c en la libreta de la escaladora de Atxondo, que se estrenó en el grado con Gezurren Erresuma, en noviembre de 2020, en la misma escuela alavesa.

Belar tiene 15 años y acaba de finalizar el tercer curso de la ESO. A principios de 2020 encadenó su primera vía de octavo grado, Conan Dax Librarian, en Araotz, y en 2019 ya había debutado en el circuito nacional de competiciones. Este año, en la primera prueba de la Copa de España de Dificultad, disputada en Madrid, Ainhize consiguió la victoria en la categoría sub-16.

«Este año no he tenido muchas competiciones, por lo que de momento ha sido fácil para mí compaginar la escalada en roco con la competición. Ahora mismo estoy mucho más motivada con la roca, ya que con la situación que estamos viviendo no sabemos si realmente se van a celebrar todas las competiciones. De todas formas, cuando estoy metida en plena de temporada de competiciones suelo entrenar para ello pero no dejo del todo la roca. Me ayuda mucho a desconectar y a volver más motivada para los entrenamientos», comenta Ainhize.

Skin Dead no le ha llevado mucho trabajo. Se encuentra en una escuela que conoce y en la que se mueve muy bien. Prueba de ello son otros rotpunkts en Valdegovía como Poo-Zi 8a+ u Olatz 8b/+. «Le di un par de pegues un fin de semana de junio, pero después la tuve que dejar porque estuve en una prueba de la Copa de Europa de Dificultad Juvenil, en Puurs (Bélgica). A mediados de este mismo  mes de julio volví a probarla, hasta que la he tachado», explica la vizcaína, que en la prueba de Puurs acabó en la 20º posición dentro de la categoría Youth B.

Con la energía dividida entre el plástico y la roca y el estreno de la escalada en los Juegos Olímpicos de Tokio, nos preguntamos si Ainhize Belar se siente motivada para seguir progresando como escaladora de competición e intentar conseguir una plaza para estar presente en los siguientes Juegos, París 2024, donde la escalada volverá a ser olímpica: «Estar en París 2024 sería un sueño hecho realidad, aunque siendo realistas, lo veo prácticamente imposible. En España todavía no tenemos las infraestructuras adecuadas para entrenar en las mismas condiciones que lo hacen otros países y el nivel es muy alto».