12 de diciembre de 2025

Difícil y en libre

Matilda Söderlund firma la primera ascensión femenina de ‘Spomin’ (350m 8c), en Paklenica

La escaladora sueca le dedica la ascensión a su padre, que está atravesando un delicado momento de salud. "Spomin" es una de las vías en pared más duras de Europa

Matilda Söderlund escalando en Paklenica
Matilda Söderlund en uno de los largos clave de 'Spomin'. Foto / William Hamilton
 

Matilda Söderlund ha realizado la primera ascensión femenina de Spomin (350m 8c), en Paklenica (Croacia). Es el segundo 8c de la escaladora sueca en pared, tras encadenar junto a Sasha DiGiulian y Brette Harrington Rayu, en Peña Santa de Castilla, en los Picos de Europa, en septiembre de 2022.

Localizada en el Parque Nacional de Paklenica, Spomin surca la parte más desplomada del muro conocido con el nombre de Anića Kuk. La abrieron Silvo Karo, Janez Jeglič y Franček Knez, en 1984. Es una llamativa línea de diedros y fisuras y en su época se convirtió en una de las vías más difíciles de artificial del lugar. En 2017, tras años persiguiendo el sueño, Luka Krajnc pudo liberarla, invirtiendo 27 días de intentos. Un año después, Adam Ondra realizó la primera repetición y además la escaló a vista. La ascensión del checo marcó un hito histórico, ya que fue la primera vez que alguien encadenaba un 8c a vista en pared.

Spomin (que significa «memoria» en esloveno) tiene una longitud de 350 metros y cuenta con cuatro largos, de un total de 10, con dificultades entre el 8a+ y el 8c. Söderlund la ha encadenado en un intento en el día. En su ataque definitivo, Matilda ha formado cordada con la noruega Tina Johnsen Hafsaas, con quien ha estado escalando también durante las últimas semanas.

El relato de Matilda Söderlund

Para Matilda Söderlund, esta ascensión ha sido muy emocional. No solo por de dificultad y exigencia del proyecto sino también por el delicado estado de salud que atraviesa su padre actualmente. Así lo ha explicado:

«Nos costó 14 horas de coche a coche, así que no fuimos muy rápido, ¡jaja! Escalar los últimos largos en la oscuridad y sin viento fue una mezcla realmente bonita de calma y épica. Estar junto a Tina en la cumbre de Anića Kuk, completamente exhaustas, es un recuerdo que atesoraré para siempre… y Spomin, de hecho, significa «memoria»Ha sido un proceso y una experiencia increíble poder volver a este proyecto, sintiendo cómo había progresado en nivel desde que estuve aquí en 2023. Entonces me sentí incómoda e intimidada, ahora disfruté. Me sentí muy bien en la pared.

Desde un punto de vista más personal, el día de la ascensión fue muy emocional. Mi padre, con quien empecé a escalar cuando tenía 11 años y quien siempre ha sido mi mayor apoyo, tiene cáncer y había estado en el hospital desde unos días antes. Las cosas no pintaban bien. Cuando superé los largos de 8c y 8b+ lloré. Tenía esta fuerte sensación de que estaba haciendo esta escalada por él. Eso fue lo que me impulsó a subir la pared. Va por ti, papá».

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