23 de noviembre de 2024

Joya del psicobloc

Chris Sharma habla sobre la primera ascensión de ‘Black Pearl’: «Decidí entregarme al proceso de proyectar»

Mantenemos una interesante conversación con el norteamericano afincado en Catalunya, que cerrará 2023 con dos destacadas primeras ascensiones: 'Sleeping Lion' y 'Black Pearl'. La visión aperturista de Sharma parece no tener límites

Chris Sharma en Black Pearl
Chris Sharma escalando 'Black Pearl', una nueva joya sobre el Mediterráneo. Foto / Matty Hong
 

Chris Sharma anunció hace unos días la primera ascensión de Black Pearl, una nueva vía de psicobloc en la isla de Mallorca, concretamente en Port de Sóller. Localizada en el mismo muro donde se encuentra otra king line de Sharma, Big Fish 8c+/9a, el norteamericano ha reconocido que podría ser más difícil que Alasha o Es Pontàs.

Han pasado ocho meses desde que estableciera Sleeping Lion, en Siurana, una realización que sin duda alguna le dio a Sharma el punto de confianza y motivación extra para intentar cerrar el proyecto balear antes de que finalizara 2023.

Aprovechando la presencia de Chris en el Siurana Climbing Festival, mantenemos una interesante conversación con él en la que nos explica todos los detalles sobre cómo ha vivido el proceso en Black Pearl y qué ha significado esta nueva y especial primera ascensión.

«Este año sentí que si me centraba en la vía podía hacerla»

¿Cuánto tiempo has estado probando Black Pearl?

Le he dedicado cuatro años. Cuesta mucho encontrar las buenas condiciones en la vía pero era algo importante para mí. La probé mucho acompañado de Miquel Riera. Él probaba un proyecto justo al lado, en el mismo año que falleció.

¿Qué ha significado para ti poder encadenarla finalmente?

Creo que representa una progresión en el mundo del psicobloc. Aunque paso la mayoría del tiempo atado a una cuerda, practicando la escalada deportiva, lo que más amo es el psicobloc. Viajo constantemente a Mallorca, año tras año, intentado abrir nuevas vías. Black Pearl estaba ahí, la tenía pendiente.

¿En qué momento te diste cuenta que podías cerrar el proyecto?

En todo este tiempo he tenido más o menos suerte con las condiciones. Este mismo año sentí que si me centraba en la vía podía hacerla. Los factores externos me han condicionado mucho. La meteorología, el paso de la temporada y no encontrar el mejor momento para probarla, etc. Tenía dudas sobre si se me iba a escapar de las manos un año más, como había pasado anteriormente. Era viable pero tenían que alinearse los astros. En septiembre escalé unos días con Matty Hong, Jernej Kruder, con el equipo del Reel Rock, con Sebas de Rock and Water Mallorca y con los hermanos Xavi y Jordi González y me motivé mucho. Así que decidí entregarme al proceso de proyectar.

«Si crees que algo es viable para ti debes que entregarte a ello»

¿Haber encadenado Sleeping Lion el pasado mes de marzo te sirvió también como motivación?

Sí, porque en Sleeping Lion había vivido un camino similar y tenía la confianza de creer en ese proceso. En una vía de estas características y dificultad te puedes llegar a desesperar en muchos momentos. Llegaba a Mallorca y las condiciones eran malas o había mala mar, por ejemplo. Acabé haciendo muchos viajes que no sirvieron para nada. Ahí es cuando afloran los sentimientos de frustración, pero si crees que algo es viable para ti debes que entregarte a ello.

Entonces, en la última parte del proceso, ¿hiciste muchos viajes a Mallorca?

Sí, traté de viajar allí cada semana. A veces incluso para realizar unos pocos intentos en el día. Llegaba por la mañana, me recogían en el aeropuerto, iba a la vía, la probaba, y por la noche volvía a mi casa, a Gavà. También tuve que realizar un viaje por compromisos profesionales a Estados Unidos y no sabía si podría volver a probar la vía esta temporada. Una semana antes de encadenarla, en medio de uno de los últimos temporales que han pasado por la Península, estuve en Mallorca. El tacto de la roca era perfecto pero la fuerza de las olas era muy, muy fuerte, así que era muy peligroso meterse en la pared. La frustración apareció de nuevo; tres días en la isla sin poder probar la vía. Una semana más tarde volvía a estar allí y mi apuesta era plena, como tirar los dados y esperar un doble seis. Finalmente sucedió, en mi segundo intento del día encadené Black Pearl.

«Bautizar una vía con un buen nombre es todo un arte. Debe sonar bien, captar la magia de la vía y del lugar»

¿Por qué Black Pearl?

Bautizar una vía con un buen nombre es todo un arte. Debe sonar bien, captar la magia de la vía y del lugar. Black Pearl se encuentra en un rincón de la isla de Mallorca muy salvaje e intenso. Hay mucha profundidad en el agua, con oscuridad. El sitio tiene unas vibraciones increíbles. Además, la roca es de tonalidades oscuras. Black Pearl también es el nombre del barco pirata más famoso de todos los tiempos, un barco de espíritus. También vinculo el sitio a Miquel Riera. El nombre aglutina todo eso, y en definitiva, la vía es una joya.

Chris Sharma en Mallorca
La alegría del encadenamiento. Foto / Matty Hong

No te has pronunciado respecto al grado

Cuando pruebas algo solo, igual que me sucedió con Sleeping Lion, vives dentro de una burbuja. En el psicobloc, especialmente, hay factores como el estado del mar, las condiciones ambientales o cómo trabajas una vía así, que convierten al proceso en algo realmente complejo. Graduar la vía y compararla con otras vías de psicobloc como Alasha o Es Pontàs es difícil. Es Pontàs, además, la encadené hace 17 años. Me cuesta hacer una comparación real entre ellas. He tratado de confiar en mi experiencia y en mis sensaciones. Siempre he sentido que Black Pearl podía representar un paso hacia delante en el psicobloc. Alasha, por ejemplo, es una vía con una sección muy a bloque, es como un 7b+ o 7c a un 8B de boulder, y Es Pontàs tiene un dinámico muy aleatorio.

¿Cómo es el estilo de escalada en Black Pearl?

Se asemeja más a una vía de escalada deportiva en el sentido más clásico. Es una línea de fuerza y resistencia. Primero escalas un 8a y después llega un buen reposo antes de una secuencia de unos 15 o 20 pasos de mucha continuidad. En la sección clave escalas una parte de 8c/+ y un problema de boulder de 7C. Es muy difícil compararla con las vías que antes citaba. De una forma u otra, representa una progresión. Y para mí, esta progresión no se define solo en términos de dificultad, sino también en entender qué puede ser posible. Black Pearl es perfecta en cuanto al estilo.

Da la sensación de que te sientes muy realizado con esta ascensión.

Como escalador, soy alguien que tiene la constancia para abrir vías. Soy fiel a mi filosofía. Ese es mi arte. Intento evolucionar cada año que pasa y también trato de atar los cabos sueltos respecto a los proyectos en los que he invertido mucho tiempo. Black Pearl resume muy bien toda mi visión y filosofía.

 

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