James Pearson ha conseguido en los últimos años ascensiones destacadas como la repetición de la joya de Japoco Larcher, Tribe, en Cadarese (Italia), o dos de las líneas de trad más duras de Reino Unido: Lexicon y Rhapsody.
Cuando el pasado mes de febrero realizó la primera ascensión de Bon Voyage, en Annot (Francia), supuestamente más difícil que todas las vías citadas anteriormente, decidió no graduarla, dejando que los futuros repetidores «den su opinión y así podamos llegar a un consenso».
Bon Voyage, que comparte el inicio con Le Voyage, también con primera de James, en mayo de 2017, le llevó más tiempo que cualquier otro proyecto que hubiera trabajado antes. En total fueron 20 días de trabajo repartidos a lo largo de dos años y 10 intentos desde el suelo.
James Pearson recupera el flow
En el vídeo que ahora estrena Wild Country, James Pearson reflexiona sobre el momento que vive como escalador después de haber encadenado Bon Voyage, posiblemente la vía de escalada tradicional más difícil del mundo.
Pearson intenta liberarse de la búsqueda de la perfección, acepta la duda y trata de equilibrar su pasión por la escalada con la paternidad. La nota de prensa que ha compartido Wild Country para anunciar el estreno del vídeo remarca que «no se trata simplemente de una historia sobre una ascensión remarcable, sino que también es una invitación a los escaladores y escaladoras a que encuentren su propio camino hacia el flow«.