25 de abril de 2024
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¿Ser ligero favorece el rendimiento en la escalada?

La IFSC controlará en 2021 el Índice de Masa Corporal a todos y a todas las semifinalistas y finalistas en Copa del Mundo de Boulder y Dificultad

Chloe Caulier escaladora
El IMC es algo fácil de calcular con el fin de detectar un grupo de atletas con bajo peso. Foto / Dimitris Tosidis
 

El actual impacto de la escalada de competición y consecuentemente, el de las salas de escalada indoor, parece no tener techo. En menos de tres meses la escalada estará presente en el escaparate deportivo más importante del mundo, los Juegos Olímpicos. Un hecho histórico y que marcará un punto de inflexión clave en la evolución de este deporte.

En la estructura organizativa de la International Federation of Sport Climbing (IFSC) existen diferentes comisiones de trabajo con la finalidad de difundir y hacer crecer la escalada a nivel mundial, así como para desarrollar la competición. Entre éstas se encuentra la Comisión Médica, que tiene como principal misión la de proteger y mantener la salud de los atletas de competición, así como preservar la escalada de competición como un deporte seguro.

Una de las medidas que llevará a cabo la Comisión Médica de la IFSC en 2021 será el control del Índice de Masa Corporal (IMC o BMI: Body Mass Index) a todos y a todas las semifinalistas y finalistas en Copa del Mundo de Boulder y Dificultad.

El IMC no es algo nuevo en la escalada. En deportes comparables a la escalada en términos de éxito y medidas antropométricas, como la gimnasia, ciertas pruebas de atletismo o saltos de esquí, el IMC está muy relacionado tanto con el rendimiento y como con las lesiones.

Las primeras medidas de IMC en una prueba de la Copa del Mundo de escalada se remontan a 2006, en la prueba de dificultad de Kranj (Eslovenia). Posteriormente, desde 2012 se han efectuado controles de forma regular en pruebas de Copa del Mundo y Campeonato del Mundo.

El objetivo final de la IFSC no es otro que el de preservar la salud de los deportistas y prevenir trastornos de la alimentación que pudieran tener graves consecuencias sobre la salud de los atletas de alto nivel.

Significado del IMC

El IMC es algo fácil de calcular con el fin de detectar un grupo de atletas con bajo peso. Se calcula dividiendo el peso corporal por el cuadrado de la altura (IMC = m / h²).

El IMC no mide la grasa corporal directamente ni es una herramienta de diagnóstico. A pesar de ello, es una medida útil para calcular nuestro nivel de peso. ​El IMC es un criterio ampliamente aceptado, pero no es exacto, ya que no tiene en cuenta la edad, el sexo o el porcentaje de grasa corporal o masa muscular.

Hoy en día se cuenta con tablas por grupos de edades y sexo como referencia de toda la población. Así, un determinado IMC se puede comparar con la media de referencia que definiríamos como percentil 50, pero hemos de tener en cuenta que todas las medidas entre el percentil 3 y 97 son valores normales, o lo que es lo mismo, la desviación que tiene nuestra medida de la media, entre el 3% y el 97%, se considera normal.

Teniendo en cuentas estas puntualizaciones, la IFSC ha utilizado hasta 2019 los márgenes críticos de IMC del percentil 3:

Hombres: 18,5

Mujeres: 17,5

A partir de 2021 estos márgenes se incrementan en medio punto, de forma que los límites de IMC en la escalada de competición internacional se establecen en:

Hombres: 19

Mujeres: 18

Así, como ejemplo tendríamos que:

170 cm i 55 kg = 19 IMC
170 cm i 52 kg = 18 IMC
170 cm i 49 kg = 17 IMC

La IFSC no pretende sancionar a un atleta si las mediciones obtenidas están por debajo de los márgenes establecidos, pero la correspondiente federación recibirá una notificación de la Comisión Médica solicitando una explicación. Las federaciones con casos críticos podrán recibir apoyo de la Comisión Médica.

Entrenamiento en escalada
Un escalador ligero y uno un poco más pesado entrenarán según su peso corporal. Foto / Dimitris Tosidis

 

¿Ser más ligero favorece el rendimiento en la escalada?

Entre la comunidad escaladora se acepta generalmente que un IMC bajo es preferible para rendir mejor. La propia naturaleza de la escalada hace que sea un deporte que depende en gran medida de la relación fuerza-peso.

Al escalar, la carga de trabajo es alta en dedos, codos y hombros. Además, como un escalador depende solo de la fuerza relativa (relación potencia/peso) para escalar, es comprensible suponer que hay menos tensión en los dedos, codos y hombros para un escalador ligero que para un escalador pesado. Aunque esta suposición parece evidente, es incorrecta.

Un escalador ligero y uno un poco más pesado entrenarán según su peso corporal. Así, los tendones, músculos y otras estructuras del cuerpo se adaptan de acuerdo al estrés que reciben; un escalador ligero aplica menos tensión a los tendones y músculos que un escalador más pesado, y los tendones y músculos se desarrollan en consecuencia, lo que resulta en la misma adaptación en la relación fuerza-peso.

Diversos estudios han analizado la relación entre el IMC, el nivel de escalada y la posibilidad de lesiones. Entre estos, nos fijamos especialmente en el reciente estudio de Grønhaug (2019), que concluye que no existe una asociación entre las lesiones crónicas relacionadas con la escalada, el nivel de rendimiento y el IMC:

  •  El IMC no es un factor de que nos sirva como pronóstico si un atleta llegará a un nivel élite en escalada.
  • No se han visto diferencias significativas en el IMC (tanto en hombres y mujeres) según el nivel de rendimiento en escalada (de iniciación a nivel élite).
  • El cuerpo parece adaptarse a la carga independientemente de un IMC más alto o bajo.

Otros estudios no detectan diferencias en el IMC entre escaladores de diferentes niveles (Gibson-Smith, 2020).

Un estudio publicado en el Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports (Laffaye 2015) concluye que el 4% de nuestra capacidad escaladora se debe a las características antropométricas y musculares de nuestro organismo, mientras que el peso corporal y la grasa corporal tienen solo un 1,8% de impacto en nuestra capacidad a la hora de escalar.

Por último, un estudio en la revista Brazilian Journal of Kinanthropometry and Human Performance (Arazi et al, 2018) concluye que la grasa corporal no tiene un efecto directo en el rendimiento en escalada, particularmente en los niveles de élite. De hecho, su principal conclusión es que «[…] una gran parte de la variación en la capacidad/habilidad de escalar se puede atribuir a variables entrenables».

Así que… ser más ligeros no le hará ganar a nadie, por ejemplo, una medalla olímpica en Tokio.

Si queremos incrementar nuestro rendimiento, optimicemos nuestra relación fuerza-peso, buscando el consejo de entrenadores, médicos y dietistas para explorar la forma más adecuada.

Alimenta tu cuerpo. Come lo suficiente. Entrena bien. Duerme, aprende, vuélvete más fuerte. Sé amable con tu cuerpo sin descuidar la salud. Esa chocolatina que tanto deseamos o simplemente disfrutar de una comida (saludable) nos hará más felices y probablemente mejores escaladores.

 

 

Fuentes consultadas para la elaboración de este artículo:

Arazi H, Rashidlamir A, Zahed M and Askari S (2018)
Profiling and predicting performance of indoor rock climbers
Brazilian Journal of Kinanthropometry and Human Performance  20 (1):82-94 (2018)
doi.org/10.1590/1980-0037.2018v20n1p82

Laffaye, G, Levernier, G and Collin, JM. (2016)
Determinant factors in climbing ability
Scand J Med Sci Sports, 26: 1151-1159
doi.org/10.1111/sms.12558

Grønhaug G. (2019)
Lean and mean? Associations of level of performance, chronic injuries and BMI in sport climbing
BMJ Open Sport & Exercise Medicine 2019;5:e000437
doi:10.1136/bmjsem-2018-000437

Gibson-Smith E, Storey R and Ranchordas M (2020)
Dietary Intake,Body Composition and Iron Status in Experienced and Elite Climbers
Front. Nutr. 7:122.
doi: 10.3389/fnut.2020.00122

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