La mochila Lowe Alpine Rebel 18 nos hace sonreír solo con verla. Su robustez y buena construcción destacan desde el primer contacto, hecho que nos ha empujado a probarla de forma intensa antes de escribir esta reseña.

Diseño y construcción exterior

La Alpine Rebel tiene una capacidad de 18 l y pesa tan solo 600 gramos, que pueden bajar a 480 g si desmontamos la espaldera interior. El diseño exterior es extremadamente minimalista, de líneas limpias. No cuenta con ninguna cinta que pueda engancharse, molestar, ni que le aporte ni un solo gramo más de lo estrictamente necesario. Al transportar la cuerda, deberemos hacerlo por fuera, y la construcción cuadrada contribuye a que encaje sobre nuestros hombros.

A esta mochila no le importa el agua lo más mínimo: cremalleras selladas, costuras selladas, la parte baja con doble fondo, … No podremos decir que no vamos a escalar por si acaba lloviendo.

Las asas pueden parecer un tanto rígidas respecto al volumen de la Rebel 18, pero a la práctica son una de las piezas clave de este modelo. La longitud de la espalda es fija pero gracias a lo que Lowe Alpine llama Flexion Technology la mochila se adapta perfectamente al tronco superior. Así que recomendamos la Rebel 18 para cualquier talla. Además, las asas están recubiertas de un suave tejido en la parte interior, evitando cualquier tipo de roce con la piel, incluso si la llevamos con camiseta de tirantes. Es un tacto muy poco habitual en las mochilas de estas características… y se agradece.

Dos tiras de bucles en cadena en la parte frontal de la mochila y otros dos en la parte baja de las asas sirven para colgar cualquier elemento de material que necesitemos durante la escalada. Una asa en la parte superior nos servirá para transportar la mochila con una mano y también para colgarla en las reuniones.

Debido a su reducido peso, el cinturón lumbar y la cinta de ajuste del pecho se reducen a la mínima expresión e incluso, si buscamos movernos rápido en la pared o en cualquier otro terreno, podemos desmontar fácilmente estas dos partes.

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¿Cómo es el interior de la Rebel 18?

La mochila se organiza en el cuerpo principal, accesible desde arriba, con un amplio cierre de cremallera en solapa, abriéndose la tapa hacia delante. La misma tapa cuenta con dos bolsillos. A uno se accede desde una cremallera exterior y al otro desde una en la parte interior. Son dos bolsillos amplios y de acceso cómodo; el exterior cuenta con una cinta donde atar las llaves.

Tanto las cremalleras de los bolsillos como la de acceso al cuerpo principal son estancas. En la parte superior del cuerpo interior tres asas nos harán la vida más fácil. Podremos ordenar las cintas exprés, atar la bolsa con la comida, una cámara de fotos compacta, el teléfono, etc. Al verlas te dan ganas de llevarlo todo bien ordenado. Una malla elástica separa la mochila en dos compartimentos, facilitando más si cabe el orden.

Sobre el terreno

Los días que la hemos utilizado la hemos cargado bastante, al principio con poca fe, pero nos ha acabado sorprendiendo: una cuerda, termo de 0,75 l, pies de gato, cintas exprés, algún friend, una chaqueta ligera, comida y alguna cosa más. En nuestro caso, el arnés se ha quedado fuera (no es de esos pequeñitos). Aprovechando el espacio es suficiente para una actividad de día en la que buscamos ligereza y comodidad.

Nos ha gustado tanto que también nos la hemos llevado de viaje. La medida es perfecta para subirla al avión. El portátil (15”) cabe en el compartimento de malla, junto con cables, cargadores, cartera, teléfono, etc. Si eres de los que viajas ligero, te la vas a llevar a más de una aventura.

Le pediríamos alguna cinta exterior más, pero para ello ya están sus hermanas mayores. Lowe Alpine ofrece prácticamente cada 5 litros un modelo distinto. La Rebel 18 es la más minimalista y ligera.