James Pearson y Caroline Ciavaldini no se han conformado nunca con escalar las vías más populares o frecuentadas, ya sea en estilo deportivo, tradicional o en pared. De hecho, su espíritu de exploración les ha llevado a ascender paredes en algunos de los lugares más recónditos y exóticos del mundo. Su última aventura, sin embargo, ha sido cerca de su casa en el sur de Francia, aunque las características y el escenario han vuelto a sorprender a todos.

La cordada ha escalado en La Grotte de la Salamadre, una popular cueva subterránea localizada cerca de Méjannes-le-Clap que atrae a miles de turistas cada año. La cueva se descubrió en 1965 y se abrió al público en 2013. La gran atracción de la grotte son sus enormes estalagmitas, conocidos allí como los gigantes de cristal.

En uno de los rincones de la cueva una chimenea natural se alza hasta uno de los puntos más altos de la cavidad y un pequeño agujero da acceso al exterior. Esa ha sido la línea que han decidido escalar Pearson y Ciavaldini: «Gracias a Pierre Bévengut, director de la cueva, y a su equipo, obtuvimos rápidamente un permiso para realizar el primer intento de escalar los 90 metros de la cavidad, siguiendo la línea lógica de los roedores, desde el suelo hasta la superficie. Cada año los pequeños roedores bajan a la cueva, siguiendo siempre la misma vía, por unas delicadas chorreras, hasta el suelo. Parecía evidente seguir su ejemplo pero desde el suelo. Ha sido una ascensión sostenible y hemos intentado hacerlo lo mejor posible escalando en estilo tradicional, sin expansiones y sin dejar rastro de nuestro paso, más allá del magnesio».

James y Caroline se han enfrentando a una roca de calidad diversa, delicada en algunos puntos y mejor sobre todo en la parte final la vía. Para hacerse una idea de la dificultad de la ascensión, que no han graduado, Ciavaldini ha invertido, por ejemplo, dos horas para escalar los 12 primeros metros del primer largo.

Con esta ascensión James Pearson y Caroline Ciavaldini dan por abierta una nueva temporada, de la que James ya ofreció un preludio hace unos días tras encadenar Ça Chauffe 9a, en Seynes (Francia).