24 de abril de 2024
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Una velocista nata

María Laborda, especialista en velocidad: «Me siento atleta y escaladora»

Con tan solo 16 años la escaladora aragonesa es el actual referente femenino de la escalada de velocidad en España. Su sueño, París 2024

María Laborda escaladora de velocidad
María Laborda tiene por delante sus mejores años como especialista en escalada de velocidad. Foto / Col. María Laborda
 

María Laborda tiene 16 años, vive en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) y en septiembre empezará segundo de Bachillerato. Ella es la única integrante femenina de la Selección Española de Velocidad, un equipo de que se creó a finales de 2019 y que dirige el seleccionador nacional, David Macià, junto a los técnicos Isaac Estévez y Erik Noya.

María respira escalada muy pequeña gracias a sus padres y se inició a una edad muy precoz en el mundo de la competición. Desde que descubrió la velocidad se ha convertido en todo un referente en España en esta modalidad y en 2020 ha debutado en el circuito de competiciones internacionales.

El pasado mes de junio la aragonesa se colgó el bronce en velocidad en la prueba de la Copa de Europa de Escalada Juvenil disputada en Imst (Austria) y poco después repetía en Glafenz, también en Austria, con una plata, pero esta vez en la categoría absoluta. En esta última prueba, precisamente, estableció un nuevo récord de España femenino en velocidad con un tiempo de 8.06 segundos.

A pocos días del estreno de la escalada en el programa olímpico de Tokio 2020, Laborda seguirá con atención el progreso de las 20 mujeres y 20 hombres que competirán allí, soñando con poder estar presente en la próxima cita olímpica, París 2024. La conocemos un poco mejor…

«Me estoy dando cuenta de que lo que de verdad me gusta es competir y esta temporada me está enseñando muchas cosas tanto deportiva como personalmente»

¿Cómo surgió tu pasión por la escalada?

Empecé a escalar desde bien pequeña, ya que mis padres han ido siempre a la montaña y a los rocódromos con sus amigos. Poco a poco fui descubriendo el mundo de la escalada y a los 6 años empecé a competir.

¿Y la velocidad?

Desde que en Rocópolis, en Pamplona, construyeron el primer muro oficial de velocidad en España me aficioné a esta modalidad competitiva. Me di cuenta que se me daba bien y le fui cogiendo cariño. Me llenaba más que la dificultad o el bloque. Empecé a viajar desde mi casa,  que está a 1 hora y media de Rocopólis para entrenar cada vez más en el muro de velocidad. Destacaba un poco más que mis compañeras, tenía aptitudes. Después de que se anunciara en 2016 que la escalada entraría en el programa olímpico de Tokio 2020 el Campeonato de España de Escalada empezó a celebrarse con un formato combinado. Gracias a la velocidad los podios llegaron para mí.

¿Con quién trabajas los entrenamientos de dificultad?

Mis entrenamientos a día de hoy están supervisados por David Macià, seleccionador español de escalada. Es así para todo el equipo de la Selección Española de Velocidad. El trabajo físico lo realizo con Jordi Catalán, en el gimnasio de Ejea de los Caballeros. Con Erik Noya e Isaac Estévez, técnicos de la selección, hago los entrenamientos en el muro de velocidad de Rocópolis, aproximadamente cuatro veces por semana.

«En la velocidad se necesitan unos requisitos físicos y mentales que las otras disciplinas no poseen»

¿Y solo entrenas la velocidad?

Sí, actualmente estoy centrada al cien por cien en velocidad y desde 2020 no practico ni dificultad ni bloque.

Hay quien dice que la disciplina de velocidad poco tiene que ver con la escalada. ¿Te sientes más atleta que escaladora?

A día de hoy la escalada en velocidad en España ha empezado a tener repercusión gracias a la creación de una selección exclusiva para esta disciplina. Sí que es verdad que siempre se ha dicho que la velocidad no es escalada. Yo he escalado desde pequeña, que siempre he ido a roca con mis padres, sobre todo a lugares como Rodellar o Albarracín. Creo que la velocidad sí que es parte de la escalada y que la escalada también es parte de la velocidad. Al fin y al cabo, y siempre pongo este ejemplo, son los 100 metros lisos del atletismo. El atletismo, como la escalada, está compuesta de varias modalidades, en nuestro caso tres. Y sí, está claro que la dificultad y el bloque no son muy similares si lo comparamos con la velocidad. A pesar de todo, no deja de ser una modalidad de escalada y en Tokio será olímpica por primera vez. Yo me siento atleta y escaladora, las dos por igual. En la velocidad se necesitan unos requisitos físicos y mentales que las otras disciplinas no poseen.

Ahora le dedicas muchas horas al entrenamiento específico de velocidad, pero… ¿Qué te gusta hacer cuando no entrenas?

A parte de los entrenamientos suelo hacer cosas relacionadas que me beneficien de cara a hacer velocidad. Me gusta ir a la pista de atletismo a hacer esprints, e incluso correr nunca viene mal.

Esta temporada has debutado en las competiciones internacionales y los resultados te están acompañando. ¿Te lo esperabas?

Sinceramente, a principio de año no tenía grandes expectativas ya que iba a ser mi primera temporada compitiendo en el ámbito internacional. Mi intención era ir poco a poco, aprendiendo una competición tras otra. De momento estoy muy orgullosa de todo lo conseguido hasta ahora, aunque aún estamos mitad de año y queda mucha temporada por delante.  Me estoy dando cuenta de que lo que de verdad me gusta es competir y esta temporada me está enseñando muchas cosas tanto deportiva como personalmente.

María Laborda escaladora de velocidad
María Laborda compitiendo en Imst (Austria), donde fue tercera. Foto / Col. María Laborda

Eres la única mujer dentro de la Selección Española de Velocidad. ¿Hay una cantera de chicas en España que puedan seguir tus pasos?

En España, de momento, la categoría femenina no destaca por mujeres contar con velocistas. Soy consciente que con la imagen que estoy dando, al ser la única mujer en la selección que puedo motivar a otras chicas. Que tengan la oportunidad de poder entrenar, viajar y disfrutar de esta maravillosa modalidad. Poco a poco estoy veo como más gente se interesa por esta disciplina. Con el tiempo estoy segura que irá creciendo.

Teniendo en cuenta tu evolución y con la separación de disciplinas en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, ¿intentar estar allí entra en tus planes?

París 2024 es el gran objetivo, por ese motivo estamos dentro de la disciplina de la Selección Española de Velocidad. Hay que avanzar poco a poco de cara a objetivos así. Personalmente, gracias a todo el apoyo que estoy obteniendo, voy a entrenar y a dar todo lo posible para poder estar allí. ¡Aún quedan dos años y medio para mejorar!

¿Ves positivo la separación de la velocidad respecto a la dificultad y el boulder en París 2024?

A mi me ha alegrado que en París 2024 la escalada de velocidad esté separada de las otras modalidades.

Como velocista, ¿qué deportistas crees que pueden destacar en Tokio?

En Tokio 2020 creo que el top 5 femenino en velocidad va a ser: Iuliia Kaplina, YiLing Song, Aleksandra Miroslaw, Anouck Jaubert y Janja Garnbret. Y en hombres: Tomoa Narasaki, Rishat Khaibullin, Bassa Mawem, Mickael Mawem y Ludovico Fossali.

Creo que un velocista se puede llevar una medalla si lo hace bien en su especialidad, ya que el primer puesto en una disciplina es determinante para obtener una buena posición final en la combinada.

Alberto Ginés es uno de tus compañeros dentro de la Selección Española de Escalada, ¿crees que puede hacerlo bien en Tokio en velocidad?

Lo veo con muchas posibilidades para hacer un buen papel. Lleva entrenando con nosotros todo el año y creo que llega bien preparado a Tokio. Estoy convencida de que lo va a hacer genial. Tiene potencial en la velocidad.

¿Qué motivos le darías a una escaladora o escalador para que pruebe la velocidad?

La velocidad es una disciplina que te ofrece unas sensaciones que la dificultad o el boulder no te pueden dar. Es muy divertida, tanto a la hora de practicarla como cuando entrenas. A mí me ha cambiado.

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