29 de abril de 2024
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David Macià: «El objetivo en Hachioji es conseguir una plaza para Tokio 2020»

David Macià y Alberto Ginés
David Macià con Alberto Ginés, uno de los relevos generacionales en la selección española de escalada. Foto / Col. David Macià
 

David Macià ocupa el cargo de seleccionador del equipo español de escalada desde el pasado mes de enero, cuando entró para sustituir a Toni Roy, que llevaba 13 años frente al equipo. El de seleccionador es un puesto de gran responsabilidad y ha cobrado especial relevancia este año dada la proximidad de la cita olímpica de Tokio 2020.

Macià tiene 52 años y es uno de los entrenadores de escalada de referencia en España. Con el cargo de seleccionador ha asumido el reto de cubrir el vacío que dejó Ramon Julián «Ramonet» al retirarse de las competiciones y hacer crecer a una nueva generación de escaladores capaces de estar entre los mejores del mundo.

El año pasado, cuando aún no se encontraba dentro de la disciplina de la selección, consiguió uno de sus hitos como entrenador. Alberto Ginés, uno de sus pupilos, se clasificaba con tan solo 15 años para la primera final absoluta de una Copa del Mundo de Dificultad en Arco (Italia).

Transcurridos siete meses desde que cogió las riendas de la selección, hablamos con David Macià para hacer balance y conocer sus expectativas de cara al futuro.

«El objetivo en Hachioji es conseguir una de las siete plazas en juego para Tokio 2020»

¿Cómo ves, pasados unos meses en el cargo, el nivel juvenil de los escaladores y escaladoras españolas?

La verdad es que el nivel juvenil en España está creciendo tanto en calidad como en cantidad y eso es esperanzador. Un dato muy importante es el aumento significativo de la participación juvenil en competiciones nacionales. Además, que tengamos más jóvenes saliendo de España para entrenar y competir en rocódromos que son referencia en Europa me parece un buen indicador. En este sentido, cada vez son más las familias que se aventuran a hacer sus vacaciones de escalada por rocódromos de Francia, Suiza, Italia, Alemania o Austria y eso mejora sobre todo la motivación y como consecuencia, el rendimiento.

¿Y el nivel de los juveniles en las competiciones y su evolución?

Hace años que el buen trabajo del equipo técnico que dirigía anteriormente la Selección Española estaba dando buenos resultados. En este sentido mi papel actual es intentar continuar con esa tendencia. Tenemos deportistas muy jóvenes con mucho talento y recorrido por hacer y con muchas ganas de mejorar. Y eso hay que aprovecharlo.

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Y en el caso de la selección absoluta, ¿en qué momento se encuentra? 

Cuando asumí el cargo de seleccionador mi propuesta es que no hubiera diferencia entre un seleccionador juvenil y otro absoluto. Creo que actualmente vivimos un momento de transición en el que deportistas juveniles están consiguiendo buenos resultados compitiendo como absolutos. Respecto a los resultados en Copa del Mundo estoy muy satisfecho, aunque hay mucho que mejorar y también gran cantidad de trabajo por hacer.

En unos días empieza el Campeonato del Mundo de Escalada en Japón. ¿Con qué equipo compite España y cuáles son los objetivos?

España compite con un equipo de dos escaladores: Mikel Linacisoro y Alberto Ginés. El objetivo, evidentemente, es conseguir una de las siete plazas en juego para Tokio 2020 que se van a disputar en este campeonato. Está realmente difícil pero nos hemos preparado a conciencia para ello.

De la selección absoluta, Alberto Ginés es el mejor clasificado actualmente en el ranking combinado de la IFSC (28). ¿Crees que existen posibilidades de clasificación para Tokio?

Sumando las convocatorias para clasificarnos en Tokio, Toulouse y Moscú tenemos opciones. Respecto al Hachioji (Japón), no hay clasificatoria previa, lo que significa que el repartimiento de esas siete plazas se va gestionar dentro de la propia competición entre los 20 primeros y primeras de la combinada. Puede pasar cualquier cosa. Un error entre los deportistas favoritos los puede dejar fuera fácilmente y por contra, participantes a los que se les den bien dos de las tres modalidades pueden conseguir una plaza sin ser favoritos.

Para poder ir a Toulouse (seis plazas más para Tokio) tenemos que clasificarnos y de momento no lo estamos, ya que sólo entran los 20 primeros con la puntuación obtenida en las dos mejores pruebas de velocidad, bloque y dificultad en la Copa del Mundo de esta temporada. Desde ahora hasta la competición de Toulouse, si mejoramos el resultado en dificultad podemos mejorar mucho en la clasificación y entrar así en el Top 20, aunque los otros países también tienen esa oportunidad. Como consecuencia, hasta que no acabe el circuito de la Copa del Mundo de Dificultad (27 de octubre) no sabremos si nos clasificamos o no. Tenemos que intentarlo hasta el final de temporada.

Respecto a Moscú (16 a 18 de abril del 2020), si no hemos conseguido clasificarnos en las anteriores convocatorias, sería la última oportunidad. Allí sólo se clasificará el campeón/a de Europa overall (una última plaza convocada para Tokio). Será complicado.

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El año pasado Alberto consiguió una fita histórica entrando en la final de Arco. Echábamos de menos ver a escaladores españoles en las finales de la Copa del Mundo. ¿Qué tendría que cambiar en España para que no vuelva a pasar tanto tiempo entre competidores de élite como «Ramonet», Edu Marín o Patxi Usobiaga y Alberto Ginés o Mikel Linacisoro?

No puedo predecir qué cambios hacer para que no se vuelva a dar ese vacío generacional que comentas. En España hay muchos agentes implicados en el mundo de la competición como la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) y las autonómicas; centros de alto rendimiento; centros de tecnificación; rocódromos privados; familias de deportistas; entrenadores personales; equipadores; fisioterapeutas; psicólogos; traumatólogos; prensa; espónsors… entre otros muchos.

Si queremos tener una buena base donde sustentar la punta de la pirámide del alto rendimiento debemos remar todos en la misma dirección. Y pienso que eso no solo es responsabilidad de FEDME. Quizás elaborar un plan general integral a largo plazo, con representantes de cada estamento sería un buen punto de partida.

«Es absolutamente necesario contar con instalaciones dedicadas exclusivamente al entrenamiento de la Selección Española»

¿Y a nivel femenino? Este año se está evidenciando un relevo generacional en la Copa del Mundo y el nivel competitivo es muy alto. ¿En qué punto se encuentran esta temporada las chicas de la selección?

Sí, parece que a nivel internacional se ve un relevo generacional y hay que estar atentos a ello y al aumento del nivel en edades tempranas. Respecto al nivel femenino en la selección, parece que estamos ante un vacío generacional, por lo que me remito a lo dicho anteriormente.

Mikel Linacisoro en una competición de escalada
Mikel Linacisoro es uno de los dos aspirantes a conseguir una plaza para Tokio 2020 en Hachioji. Foto / Vertical Madness

Otras federaciones cuentan con instalaciones propias donde poder entrenar a los deportistas de la selección. ¿Crees que es necesario disponer de éstas? ¿Contamos con suficientes recursos en España?

Es absolutamente necesario contar con instalaciones dedicadas exclusivamente al entrenamiento de la Selección Española y todos sabemos que no contamos con ellas. Podemos decidir si quedarnos anclados en nuestra situación actual o actuar con lo que tenemos sin renunciar a nada en el futuro.

Insisto en lo que explicaba antes. Estamos hablando de alto rendimiento en competiciones internacionales. Tenemos potencial para estar en el top mundial en las tres modalidades (dificultad, boulder y velocidad), pero debemos unirnos para llegar a ello. Siempre he creído que donde no llega el dinero llega el consenso y la motivación con un buen plan detrás.

«El plan desde FEDME no es para París 2024 sino para los Juegos Olímpicos de 2028»

Y respecto a los entrenadores, ¿crees que hay buen nivel en España para llevar a sus deportistas a rendir al máximo nivel internacional?

Como comentaba, los entrenadores son uno de los agentes que intervienen de manera determinante en el rendimiento. Se debe ser extremadamente respetuoso con su trabajo. Se trata de profesionales que están día tras día trabajando duro sobre el colchón y frecuentemente en condiciones desfavorables para el alto rendimiento. No es mi intención evaluar a nadie.

Con París 2024 en el horizonte, ¿existe ya una planificación por parte de la FEDME y del equipo de la selección de cara a esta cita?

Nuestro plan desde FEDME no es para París 2024 sino para los Juegos Olímpicos de 2028, aunque eso no significa que renunciemos a conseguir ciertos resultados en París 2024. Tenemos mucho trabajo por hacer y eso requiere tiempo, paciencia y sobre todo estructura.

A nivel general estamos desarrollando el plan en base a una estructura con múltiples unidades de desarrollo, con una influencia transversal entre todas ellas. Estas unidades no se expanden con el mismo ritmo ya que algunas, como la referente al equipamiento de competición o al entrenamiento, ya tienen cierta inercia y base. En cambio otras, como la detección de talentos, la unidad médica o la de investigación van un poco más retrasadas en su ritmo de evolución.

Se dice que cada día la escalada de competición está más separada de la escalada en roca. ¿Son ya dos universos diferentes?

No lo sé. Solo puedo decir que para competir en el máximo nivel internacional se deben manejar muchas variables en función de la planificación deportiva. Un deportista que pretenda ir a Tokio 2020 debe entrenar en tres modalidades. Para París parece que la exigencia en cuanto modalidades será menor (bloque y dificultad combinados y la velocidad separada), pero eso también puede hacer que el nivel de los atletas se multiplique. En deportistas que se preparen en una sola modalidad tampoco sabemos si el nivel de competitividad de la misma aumentará exponencialmente.

En todo caso, creo que el reto olímpico está teniendo un impacto extraordinario en el mundo de la competición y de la escalada en general. La roca siempre estará ahí esperando para quien decida, en cualquier momento, disfrutar de ella.