Caroline Ciavaldini ha encadenado Greenspit 8b/+, en Valle dell’Orco (Italia). Este mismo año, la francesa se propuso mejorar su técnica en la escalada de fisuras y los resultados han acabado llegando. Ciavaldini se construyó una «crack-machine» en el jardín de su casa, que le sirvió para poder entrenar en su tiempo libre, sin dejar de lado su faceta como madre de dos pequeños. Sobre el equilibrio entre la maternidad y la escalada profesional habló hace unos meses en el vídeo Kindness, que recoge además su ascensión en Le Voyage.
Al entrenamiento en casa, Ciavaldini le sumó un viaje a Inglaterra, para visitar el sótano de Tom Randall, donde se encuentra el laboratorio de fisuras del británico.
Cuando Caroline estaba probando la vía el pasado mes de mayo se lesionó una pierna, aunque se pudo sobreponer a esta adversidad para acabar consiguiendo la tercera ascensión femenina de Greenspit. Con primera ascensión de Didier Berthod en 2003, quien primero la encadenó con las piezas de autoprotección previamente colocadas, para volver dos años más tarde y escalarla poniéndolo todo, la primera femenina fue para Barbara Zangerl en 2020 y posteriormente la encadenó Laura Pineau, hace bien poco.
Fue en septiembre cuando Ciavaldini retomó el proyecto, para recordar los movimientos. Ya en otoño, «en mi segundo intento del día conseguí pasar la primera sección hasta llegar al reposo, algo que no había hecho jamás dos veces en un mismo día. En el reposo pude despejar mi mente; conocía la segunda sección y sabía cómo escalarla. Así que dejé que mi cuerpo hiciera lo que sabía hacer. Todavía tenía los pasos clave por delante, pero avancé con la mente en blanco y lo siguiente que recuerdo es que ya había llegado al reposo después del último crux. Solo me faltaban un par de movimientos por hacer y no quería estropearlo. Empecé a sentir un poco de presión… Había decidido protegerme con un solo friend en la última sección y además, lo había colocado bastante rápido. Por un momento, imágenes de esa pieza saltando y yo cayendo al suelo frente a mis hijos pequeños cruzaron fugazmente por mi mente. Logré bloquear esos pensamientos y hacer los últimos movimientos. Había encadenado Greenspit«, ha explicado la francesa.