Anak Verhoeven ha protagonizado una fructífera vuelta a la escalada en roca tras el confinamiento en su país, Bélgica. Debido a la imposibilidad de viajar a muchos países del extranjero todavía a causa de la pandemia, Verhoeven ha buscado la motivación dentro de sus fronteras.

Hace unos días la belga encadenó una vía que actualmente se llama simplemente The Project 8c. Simon Lorenzi firmó la primera ascensión el pasado mes de noviembre. Verhoeven decidió que podía aumentar la dificultad de la vía con una extensión hacia la izquierda siguiendo un acusado desplome. Después de un intento en el que se quedó cerca, cayendo en el último movimiento duro, Anak ha conseguido la primera ascensión.

Verhoeven no ha bautizado la vía con ningún nombre y respecto al grado ha comentado: «Me gustaría decir que es 9a, lo que la convertiría en el primero de Bélgica, pero comparado con otras vías que he escalado, me parece más 8c+/9a. Los repetidores dirán». A falta de saber si la vía llega o no al 9a, igualmente se convierte en la más dura de Bélgica.

Sobre el lugar, la belga no ha dado ningún detalle: «He hablado con los escaladores locales y prefieren ser cuidadosos con la difusión. No porqué quieran mantenerlo para ellos solos, sino porque no quieren poner en riesgo la prohibición de acceder allí si empiezan a llegar muchos escaladores».

Anak Verhoeven es una de las escaladoras más fuertes en la actualidad y en su libreta cuenta con dos vías de 9a+: Sweet Neuf, en Vercors, y Joe Mama, en Oliana.

[Actualización. 05/06. En una publicación posterior al anuncio del encadenamiento, Anak Verhoeven ha decidido ponerle el nombre de Kraftio a la vía. Con este nombre rinde homenaje a la escaladora belga Chloé Graftiaux, que falleció en un desafortunado accidente en los Alpes en agosto de 2010. Cuando Chloé murió tenía 23 años, la misma edad que Anak ahora. La primera parte de la vía también se ha bautizado, en este caso como Bonsai. Fue equipada por Nico Favresse hace 15 años, mientras que las dos chapas de la extensión las añadieron Sébastien Berthe y François Kivik]