Alessandro Zeni ha realizado la primera repetición de Eternit, en Vette Feltrine, en la zona de los Dolomitas de Belluno (Italia). La primera ascensión se la apuntó Maurizio Zanolla en agosto de 2009 cuando tenía 51 años y propuso una dificultad de 9a. Zeni cree que podría llegar al 9a+.

El propio Zanolla equipó la vía en 1990. Eternit es la extensión de O Ce l’Hai… O Ne Hai Bisogno 8b/+. El veterano escalador italiano encadenó el largo de 8b/+ rápidamente pero entonces fue incapaz de resolver el rompecabezas de la infernal placa que empezaba una vez superada la reunión del 8b/+. Casi veinte años más tarde Manolo pudo encajar todas las piezas. En un artículo escrito para Planet Mountain Zanolla resumió este rotpunkt con un explícito titular: «Eternit, 11 minutos 38 segundos y los 60 movimientos de mi vida».

Alessandro Zeni, un outsider en la era de los desplomes 

En pleno siglo XXI, cuando las vías de placa han quedado relegadas a un segundo plano y las líneas largas y desplomadas son las que acaparan toda la atención de los más fuertes, figuras como las de Alessandro Zeni son más que necesarias.

Zeni puso de nuevo ante los focos mediáticos las exigentes escaladas en placa cuando firmó la primera ascensión de Cryptography, en Saint Loup (Suiza), en mayo de 2020. La vía es una conexión de las míticas Bain de Sang 8c+/9a y Bimbaluna 9a/+ y Alessandro propuso una dificultad de 9b. En este estilo, la vía solo se puede comparar en la actualidad a Disbelief, la vía de Adam Ondra en Acephale (Canadá) para la que el checo también lanzó una propuesta de 9b.

Con Eternit Alessandro Zeni ha repetido la historia. No quería dejar que la vía, situada a 1.900 metros de altura en una localización remota, cayera en el olvido. Aparentemente parecía imposible de escalar, pero si Zanolla la encadenó alguien podría repetirla. Solo un suceso podría haber puesto en duda su repetición. En 2010, un año después de que Manolo la encadenara, alguien modificó algún agarre y la vía se convertía en algo más difícil, por si ya no lo era lo suficiente. Además de Zeni, Adam Ondra había sido uno de los pocos que se había atrevido a enfrentarse a ella.

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«Lo más difícil para mí en este proyecto fue aceptar esos cambios, encontrar nuevas soluciones donde ya no existía donde agarrarse»

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Zeni ya había probado la vía antes de su manipulación y así expresó sus sentimientos al anunciar la primera repetición: «El 2 de noviembre de 2021 quedará grabado para siempre en mis recuerdos, ¡el día en que logré escalar Eternit! Un sueño que comenzó allá por 2010 pero que se hizo añicos tras la manipulación de la vía. Lo más difícil para mí en este proyecto fue aceptar esos cambios, encontrar nuevas soluciones donde ya no existía donde agarrarse, donde una presa que consideraba imprescindible había sido eliminada y en otros casos alisadas. Finalmente pude reconstruir mi sueño  a pesar de todo».