Zach Galla ha protagonizado la mejor semana para un especialista en boulder que se recuerda. El norteamericano ha encadenado dos V17 (9A) en el lapso de siete días, ambos en Red Rock, en Las Vegas (Nevada, USA). Lo ha conseguido con Shaolin y Return of the Sleepwalker.

Sobre Shaolin, ha comentado: «Qué batalla tan brutal. Ningún otro proyecto me había desafiado así. Tras encontrar mis métodos y definir todos los movimientos, parecía que podía encadenarlo en cualquier momento. Poco después de empezar a probarlo desde abajo, clavé el primer salto y fallé en el segundo. Me motivó mucho sentirlo tan cerca, pero fallaba una y otra vez en el segundo salto. Me caí ahí unas 25 veces… Fue increíblemente frustrante porque, después de tantas sesiones, la dificultad del problema ya no era algo físico, sino mental. En cada sesión, volvía caminando confundido pensando en qué había fallado. Era casi como si hubiera construido la memoria muscular de no hacerlo. Al volver esta temporada, lo retomé justo donde lo había dejado, cayendo en el último movimiento. Empecé a preocuparme. Entonces, en mi cuarta sesión de la temporada  bajo una luna creciente, todo se alineó. Dominar el agarre del segundo salto fue algo absolutamente eléctrico. Sin duda, es uno de los problemas más buenos y duros que he escalado jamás».

Galla ha encadenado Shaolin el 4 de diciembre y justo siete días más tarde, el día 11, Return of the Sleepwalker. A este segundo V17 ha llegado sin presión: «Cerrar el proyecto de Shaolin fue, literalmente, como si me hubieran quitado un peso de encima. Por fin tenía la mente libre y toda la presión que me había autoimpuesto desapareció. Return of the Sleepwalker siempre fue un problema que probaba sin muchas expectativas, porque el método que pensaba que debía usar me hacía sentir muy lejos de conseguirlo. Al volver este año, todo fue diferente. Con lo blanda que es la arenisca de Las Vegas, probablemente lo sea… Pude usar una regleta de mano derecha en la salida de pie que antes no podía dominar, lo que me permitió saltarme algunos movimientos hasta el paso clave, el del romo. Una vez que encontré mi nuevo método, empecé a enlazar secciones rápidamente. Mi proceso con este problema fue casi lo opuesto a Shaolin. Es un poco raro, porque Return of the Sleepwalker me pareció más duro a nivel físico que Shaolin, pero salió mucho más rápido.

Una reflexión sobre el grado

Respecto a la dificultad de las dos líneas, Zach ha dicho: «Los grados de boulder en el rango más alto de la tabla de dificultad son algo extraño. En mi cabeza, hay una distinción bastante clara entre fácil, sólido y duro en cada grado hasta V16 (8C+). Por mi experiencia, el V16 no lo siento profundamente duro porque parece que hay muy pocas líneas en la parte alta de ese grado. Un V16 duro y un V17 suave son apenas diferentes, y pequeños detalles como el tamaño de los dedos o la envergadura pueden cambiar muchísimo el cómo se siente un problema. Mi experiencia en este nivel es poca así que es difícil decir con certeza en qué punto exacto se sitúan. Será interesante ver cómo son respecto a los otros novenos propuestos cuando tenga la oportunidad de probarlos».

Galla contaba ya con múltiples líneas de 8C y 8C+. Una de las más recientes es The Process, un espectacular tsunami localizado en la zona de Buttermilks, en Bishop (California, USA). El norteamericano se estrenó en el 8C+ en noviembre de 2021, cuando hizo The Grand Illusion, en Little Cottonwood Canyon (Utah, USA), y entre estos dos también se apuntó líneas como Sound of Violence y Paint it Black, ambos 8C, y el ya clásico Sleepwalker que ahora ha completado en su versión íntegra.

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