Edu Marín ha anunciado que viajará a Pakistán en los próximos días para iniciar una aventura en la que combinará la escalada con la exploración. Marín formará cordada con Miquel Mas y también les acompañará el escalador y cámara de altura Marc Subirana.
«Se trata de una expedición muy minimalista. Solo estaremos allí un mes y una semana. 37 días en total. No realizaremos la aclimatación como de costumbre y esperamos que los seis días de aproximación hasta el campo base de las Torres del Trango y los primeros largos de la vía que queremos escalar sean suficientes. Mi experiencia en altura es muy positiva y espero que en está ocasión también sea así», ha explicado Edu al dar algunos detalles sobre su objetivo.
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«Se trata de una expedición muy minimalista. Solo estaremos allí un mes y una semana. 37 días en total»
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Eternal Flame en libre y algo más
El equipo viaja con un doble objetivo. El primero es intentar escalar Eternal Flame (650m 7c+) en libre. Dice Edu que «uno de los primeros libros de escalada que leí fue la biografía de Wolfgang Güllich. Me lo regaló mi padre. En ese libro habla de la aventura que vivió en Pakistán junto a Kurt Albert y otros escaladores. Desde entonces he tenido curiosidad por Eternal Flame y el resto de paredes de las Torres del Trango».
Wolfgang Güllich, Kurt Albert, Christof Stiegler y Milan Sykora abrieron Eternal Flame, concretamente en la Torre Sin Nombre, en 1989. La vía se encuentra por encima de los 6.000 metros y se considera una de las referencias mundiales de la escalada en pared.
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«Estoy muy motivado por enfrentarme a Eternal Flame, una vía tan mítica y legendaria. Las dificultades de los largos no son muy altas pero en un lugar así las condiciones meteorológicas y la altura juegan un papel determinante»
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La vía original nunca se ha escalado en libre y muchos dicen que es una quimera hacerlo. Una corta sección de roca lisa ha impedido siempre el paso a los que lo han intentado. Iker y Eneko Pou lo intentaron en 2005, pero acabaron abriendo un largo alternativo de 8a (que escalaron en top rope) para poder superar la parte más difícil de la vía. En agosto de 2009 los hermanos Huber, Thomas y Alex, encontraron otra forma de alcanzar la cima, abriendo otro una tirada alternativa de 7c+.
«Estoy muy motivado por enfrentarme a Eternal Flame, una vía tan mítica y legendaria. Las dificultades de los largos no son muy altas pero en un lugar así las condiciones meteorológicas y la altura juegan un papel determinante. La escalada va más allá de los grados en paredes de este calibre. Escalar en libre esta vía sería hacer un sueño realidad», dice Marín.
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«Nos gustaría encontrar una nueva línea en alguna gran pared allí y volver el año que viene»
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El segundo objetivo de Marín, Mas y Subirana es explorar nuevas posibilidades en las Torres del Trango. «Nos gustaría encontrar una nueva línea en alguna gran pared allí y volver el año que viene», apunta el escalador catalán, que con el paso de los años también he explotado su faceta como alpinista en busca de la dificultad en libre.
Las últimas grandes paredes de Edu Marín
La explosión de la pandemia truncó algunos de los planes que Edu Marín tenía para 2020 y 2021, pero reinventarse, tener paciencia e incluso buscar algún proyecto bien cerca de casa han sido claves para él.
Las últimas ascensiones en pared de Marín hablan por sí solas: apertura y primera ascensión de Valhalla (390m 9a+), en marzo de 2019, en China, y primera ascensión de Arco Iris (200m 8c+), en octubre de 2020, en la cara norte de Montserrat. Además, ante la imposibilidad de viajar hasta hace bien poco, durante las últimas semanas Edu (junto a Pol Palau) se había centrado en una vía que aún espera la primera en libre, Donec Perficiam, en el Congost de Mont-rebei. Ésta tendrá que esperar hasta el otoño, cuando bajen las temperaturas.
A estas escaladas más recientes hay que sumar otras destacables como las de Pan Aroma (500m 8c), en julio de 2014, en Dolomitas (Italia); Voie Petit (450m 8b), en Chamonix (Francia), en julio de 2015; Orbayu (500m 8c), en el Picu Urriellu, en julio de 2015; o WoGü (250m 8c), en el Rätikon (Suiza), en agosto de 2016.