«Escalar un tsunami es diferente. Normalmente sabes que eres capaz de encadenar. Escalar un highball es una decisión. Una decisión que se balancea entre un cierto nivel de confianza y creer en uno mismo». Son las palabras de Timothy Kang tras encadenar Too Big To Flail V10/5.13d (7C+/8b), en Bishop (California, USA).
El norteamericano de 21 años había probado previamente la línea con la cuerda pasada por arriba en varias ocasiones hasta que se ha decidido a realizar un intento definitivo desde el suelo. La dificultad de Too Big To Flail no radica tanto en el grado sino en la exposición que hay que asumir, con un punto de no retorno una vez alcanzada a una determinada altura. De hecho, el crux del problema, una sección de 7C+ de bloque se encuentra a 10 metros del suelo, mejor no fallar…
La primera ascensión de este tsunami se la apuntó Alex Honnold en 2012. Escalarlo está en el límite entre lo que se podría considerar boulder y solo integral. La línea es fina y se difumina, lejos de poderlo etiquetar. Lonnie Kauk, igual que Honnold, especialista en solos integrales, repitió Too Big To Flail en 2013. Luego llegaron las ascensiones de Steven Roth; Ethan Pringle; Fabian Buhl, que completó un triplete de tsunamis en Bishop; Nick Meuhlhausen; y Nina Williams, primera femenina en 2019 y que protagonizó un excelente capítulo sobre su ascensión en la película Reel Rock 14.
Con la repetición de Timothy Kang ya son ocho las ascensiones de un problema de boulder que se ha convertido en un icono de la historia de la escalada contemporánea.