Will Bosi acaba de volver al Reino Unido después de un exitoso viaje de boulder por tierras suizas, donde ha compartido jornadas con Dave Graham y Shawn Raboutou. A pesar de las malas condiciones con las que han tenido que lidiar y los problemas de piel que ha sufrido el escalador escocés se ha anotado un buen puñado de problemas de octavo grado.
En la zona de Fionnay, cerca de Verbier, Bosi pudo encadenar la línea más dura de entre todas las que tachó en el viaje: Foundation’s Edge 8C. Lo hizo con la ayuda de los métodos que le dio Graham, autor de la primera ascensión en 2013, y pudo salir finalmente por arriba después de dos horas de intentos. En el mismo lugar se llevó Scarred For Life 8B+, que estuvo a punto de encadenar al flash, aunque un movimiento final le acabó tumbando en el primer intento y finalmente le costó dos sesiones.
Con los deberes hechos en Fionnay, y antes de llegar a Susten Pass, Will también encadenó Hazel Grace 8B+, en Gotthard Pass. Ya en Susten Pass se apuntó con suma rapidez Highlander 8B+, Gepresster Hasse 8A e hizo al flash Red Snapper 8A+.
Will Bosi acabó el viaje con otro encadenamiento al flash, ni más ni menos que con el clásico Dulcifer sit 8A+, en Schöllenen Gorge, y gracias al método que compartió con él Shawn Raboutou.
Este viaje ha sido el primero para el escocés fuera de su casa desde que volvió de Siurana, donde realizó la primera ascensión de King Capella, para la que propuso 9b+, el invierno pasado. En el mismo lugar también hizo las primeras de Furia de Jabalí 9b y Last Night 9a, y con el crash pad estableció Ulls de Bruixa 8C y repitió Bhai Bon 8B+, Bhai Po 8B+, Bhai Kakata 8B+/C, Bhai Ji 8B+ y Hurrikuto 8B.
Bosi ya está entrenando en plástico de nuevo y tiene previsto volver a España el próximo mes de enero. Entre otros proyectos, en el sector La Capella, en Siurana, dejó pendiente una línea que podría ser 9c, I Have A Dream.