Siebe Vanhee ha escalado en libre y en el día Piztu da Piztia (200m 8b/+), en Peña Montañesa, en Aínsa (Aragón). Es la tercera ascensión de la vía en libre y la segunda vez que se escala en este estilo y en el día, tras el rotpunkt por parte de Dani Fuertes en octubre de 2020. La liberación corrió a cargo de Iker Pou, formando cordada con Eneko César, en abril de 2015. El pequeño de los Pou liberó todos los largos en dos días y encadenó el largo clave al flash.

Eneko César, Mikel Sáez y Arkaitz Yurrita abrieron la vía a finales de 2014. Piztu da Piztia (La Bestia ha Enfurecido) se abrió siguiendo una ética estricta: desde abajo, resolviendo todos los movimientos en libre (sin encadenar) y con el mínimo número de seguros fijos posibles. La línea cuenta con seis largos, con las máximas dificultades de 8b/+ en el L4, y nunca baja del 7c, lo que la convierte en una vía muy mantenida. Para repetirla son necesarios dos juegos de friends, uno de microfriends y otro de fisureros. Así se desglosa la vía: L1 8a L2 7c L3 7c L4 8b/+ L5 7c+ L6 7c.

La crónica de Siebe Vanhee

El escalador belga, que recientemente encadenó Estado Crítico, su primer 9a, en Siurana, llegaba a la Peña Montañesa en un pico de forma excelente. Y no lo podía desaprovechar. En su día, Iker Pou dijo que Piztu da Piztia era “la Silbergeier del Pirineo” y Vanhee ha dicho que «tras haber hecho Silbergeier en 2019, estoy completamente de acuerdo con esta afirmación. La roca es sólida y de gran calidad, los grados son correctos, incluso ajustados, y la escalada es técnica y difícil de leer para ir a vista».

Vanhee ha comentado su ascensión tras el encadenamiento: «Mi objetivo era encadenar todos los largos por separado en el primer día en la vía […] El día empezó con una gran lucha para escalar a vista el primer largo, de 8a. Desafortunadamente todavía hacía mucho frío y no podía sentir mis pies. Caí justo antes de la reunión. En el segundo intento pude hacerlo fácil, con mejor temperatura y conociendo todos los movimientos. El segundo y tercer largo los pude escalar a vista. En el cuarto largo, el más duro, necesité dos intentos, unos para estudiar los movimientos y otro para encadenar. Entiendo la barra en el L4, 8b/+, ya que no es 8b+ e incluso sugeriría 8b duro. La quinta tirada también la hice a vista, y estoy bastante orgulloso, considerando la terrorífica placa. El último largo de 7c+ me pegó una buena bofetada. Caí en la última sección a bloque y necesité otro intento para encadenar».

Siebe lleva unos cuantos meses instalado prácticamente en Catalunya, viviendo en su furgoneta, y viajando según los compromisos que le han ido surgiendo con sus patrocinadores y demás. El escalador belga conoce bien tanto las zonas deportivas como las grandes paredes en España. Su última gran realización en la Península la protagonizó en el Picu Urriellu, en julio de 2020, donde se llevó la séptima ascensión en libre de Orbayu (500m 8c).