Pol Roca ha conseguido la primera repetición de Cacahuete, en Albarracín (Teruel). Localizado en el sector Territorio Discovery, la primera ascensión fue para Rubén Díaz en marzo de 2021 y propuso 8B+/C. Roca ha ajustado la dificultad a 8B+.

Tras la primera ascensión Díaz comentó que le había costado «más de lo que imaginaba. A veces las primeras ascensiones son lo que tienen; el proceso es mucho más bonito, precisamente, porque es mucho más complejo». Quizá por este motivo también ha tardado en llegar la primera repetición, a pesar de que el grado propuesto puede estar al alcance, presumiblemente, de un buen número de escaladores fuertes actualmente. También es posible que la mayoría busquen problemas con más ascensiones, consolidados, en lugar de invertir tiempo y esfuerzos en líneas más nuevas y que mediáticamente no han llamado tanto la atención (todavía).

Roca probó Cacahuete por primera vez hace poco más de un año. «El primer día que lo intenté pude resolver todos los movimientos, cayendo en el último paso tras varios pegues. Ese mismo día, por la noche, tuve fiebre y ya fue imposible probarlo más durante ese viaje. Hasta ahora no había podido volver. Me dijeron que se había roto algo al inicio y me dio rabia. Pensé que quizás ya no sería posible, pero afortunadamente seguía saliendo. Con el primer método hacía dos movimientos al inicio, pero después de romperse la presa han sido cinco los movimientos que he tenido que hacer en total para superar la primera sección», explica el catalán.

En esta ocasión Pol ha vuelto a hacer todos los movimientos de nuevo en su primera sesión. «Es un problema que requiere mucha tensión abdominal. Cuando me levanté al día siguiente, después de la primera sesión, tenía una gran contractura muscular pero igualmente decidí volver a Territorio Discovery para seguir probando el bloque. Al segundo intento encadené», comenta Roca.

«Después de pasar más de 20 días en Suiza durmiendo en la furgoneta con frío y con pocas comodidades no me sentía realmente fuerte, así que ha sido un alegría, sobre todo a nivel mental, poder tachar Cacahuete», concluye Pol Roca.