2 de mayo de 2024
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‘Los Jarris’ 8c+, historia de una vía en Arico

Dani Andrada en Los Jarris
Dani Andrada en el espectacular techo de 'Los Jarris'. Foto / Oliver Lavoisey
 

Alrededor del municipio de Arico, al sudeste de Tenerife, se encuentra la zona de escalada más popular de las Islas Canarias. Cuenta con más de 500 vías equipadas, de hasta 35 metros, y se puede escalar durante cualquier época del año. Un paraíso terrenal.

En Arico hay lugar para escaladores de cualquier nivel, allí todos encontrarán su proyecto, pero esta vez nos fijamos en una línea en especial… Los Jarris.

Los Jarris, el primer 8c+ de las Islas Canarias

Un año después del cambio de siglo, y con el efecto 2000 superado y convertido casi en un fake, Andoni Pérez se disponía a realizar una aportación histórica para la escalada canaria. Aún no lo sabía pero estaba a punto de equipar, en el sector El Gimnasio de Fran, el primer 8c+ de las Islas Canarias.

«Equipé la vía en 2001, o más bien dicho, equipé Síndrome Canario, que es la mitad de la vía que conecta con la línea de Los Jarris. La vía entra y hace lo más duro de Vacuno Moruno 8b, equipada por Pablo Castilla; cruza por Bovino Porcino 8b, equipada por Marcos Rodríguez de la tienda Basalto; y sale por la parte dura de Síndrome Canario 8c», recuerda Andoni.

Con tantos nombres de vías haciendo alusión posiblemente al «síndrome de las vacas locas», que afectaba a principios de 2001 a parte de Europa, el nombre de Los Jarris llamaba la atención.

«Cuando vivía en la isla trabajaba en una empresa que se dedicaba a los trabajos verticales en los taludes, se llamaba Verticales Traverca. Todos mis compañeros eran unos buenos personajes. Teníamos muy buen rollo entre nosotros, nos reíamos siempre mucho. Ellos estaban muy motivados por lo que hacíamos y yo les llamaba Los Jarris. Realmente no sé por qué les llamaba así», sigue explicando Andoni.

«Equipé Síndrome Canario pero me motivaba más la conexión, y empecé a probarla… Venían a asegurarme los compañeros del trabajo. Y les dediqué la conexión: Los Jarris«, desvela.

Durante mucho tiempo Los Jarris fue la vía más dura de las Islas Canarias. A principios de la segunda década de los 2000 entró en juego Samuel Calvente. En 2011 con el encadenamiento de La Sirenito 8c+, en Fataga, Gran Canaria, igualaba el registro, y cinco años después, en 2016, subía el listón con la primera propuesta de 9a de las islas, Maneras de Vivir, también en Gran Canaria.

Los Jarris
Los auténticos Jarris. Foto / Cortesía de Andoni Pérez

Primera (y única) ascensión para Dani Andrada

La primera ascensión de Los Jarris se hacía esperar. La habían probado el propio Andoni Pérez y Marcos Rodríguez, pero hasta 2004 no llegó el primer rotpunkt. Dani Andrada fue quien se la apuntó, concretamente el 26 de junio. Era el primer 8c+ encadenado de las islas.

«Tengo muy buenos recuerdos de la época de Los Jarris. Andoni se había ido a vivir a la isla y se volvió loco buscando líneas nuevas. En ese momento fue la más dura de las Canarias. Hice varios viajes para visitar a Andoni. También escalé bastante en la vecina Gran Canaria. Allí hacía más boulder pero también buscamos algunas buenas vías como Meneo Canario 8c, en el sector Cenobio. Una arista increíble», comenta Dani Andrada. Meneo Canario fue precisamente el primer 8c de las Canarias.

Han pasado 15 años desde que Andrada encadenó Los Jarris y todavía nadie la ha repetido. «No sé porqué no la habrán repetido, me parece una de las líneas más fanáticas de la isla. Tiene unas secuencias muy buenas y una resistencia brutal. Creo que la gente siempre ha venido a la isla en busca de una escalada tranquila. Vacaciones, sol y descanso, pero hay buenos muros para apretar y dejarse la piel», concluye Andoni Pérez.

Recientemente Magnus Midtbø visitó la isla y decidió probar Los Jarris. A pesar de unos buenos pegues (como vemos en el vídeo que compartimos), Midtbø se fue de Tenerife sin el encadenamiento.

Pero aún queda esperanza… Entre las nuevas generaciones de escaladores se encuentra un canario motivado, Jérôme González: «Recuerdo que era pequeño y estaba Andoni dándole a la vía. Cuando él se volvió a la Península le dije que un día recuperaría las cintas que había dejado allí y se las llevaría allí donde estuviera. Los amigos son para siempre».