Briançon ha sido por décimo año consecutivo el escenario de una de las pruebas de la Copa del Mudo de Dificultad de la International Federation of Sport Climbing (IFSC), los días 21 y 22 de agosto. Esta temporada, a causa de la pandemia global, el calendario competitivo se ha visto reducido a tan solo tres citas, aunque se empieza a rumorear que puede que la de Briançon haya sido la primera y la última del año.
Afortunadamente, al tratarse de una instalación al aire libre, el público ha podido acceder al recinto para presenciar las semifinales y las finales en Briançon. La nota destacada en las semifinales ha sido el homenaje que el equipo femenino francés ha hecho a la desaparecida Luce Douady. Todas las competidoras francesas se han peinado como lo solía hacer Luce, en un bonito recuerdo a su persona.
En la prueba gala solo han estado representadas un total de 12 nacionalidades y se ha echado de menos a los competidores de países como Estados Unidos, Japón o China, que no han acudido por motivos relacionados con la pandemia. Como contrapartida, jóvenes competidores de países que están trabajando excelentemente la cantera durante los últimos años, con federaciones invirtiendo medios en la escalada de competición, han podido entrar en semifinales y competir con las primeras espadas del circuito. En este sentido han destacado los atletas de Bélgica, Francia, Austria o Eslovenia.
Los escaladores del equipo español han conseguido unos discretos resultados en Briançon. El mejor de la selección ha sido Alberto Ginés, que a pesar de haber entrado en las semifinales, no ha tenido mucha suerte en su participación y ha acabado en la 18ª posición. Mikel Linacisoro ha sido 34ª y Héctor Bazán 39ª. Entre las chicas, Ana Belén Argudo ha sido 34ª, Maria Benach 40ª y Aida Torres 41ª.
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Laura Rogora gana su primera prueba en la Copa del Mundo. Adam Ondra, único en llegar al top entre los hombres
En la categoría femenina Fanny Gibert ha sido la primera de las escaladoras en destacar en la final, marcando un temprano y buen high point. La máxima altura en la presa 42 ha sido suficiente para asegurarse la tercera plaza del podio, un resultado fantástico para la francesa, teniendo en cuenta que su gran especialidad es el boulder.
El oro se lo han disputado Janja Garnbret y Laura Rogora. Ambas escaladoras han volado por la vía de la final y ambas han llegado al top, cada una con su particular estilo. Garnbret lo ha hecho con muchísima facilidad y aunque Rogora ha dado la sensación de que iba un punto por debajo, también ha llegado al top casi sin despeinarse. El resultado de las semifinales, favorable para Rogora, ha servido para desempatar y ha dado la victoria a la escaladora italiana. La de Briançon ha sido la primera prueba de Copa del Mundo que gana Laura Rogora en la categoría absoluta.
Adam Ondra ha demostrado una vez más que es el mejor escalador del mundo, no solo en roca, sino también en resina. El checo ha sido el único entre los hombres en llegar al top, protagonizando una coreografía final de movimientos que ha levantado del césped a la audiencia de Briançon y que le ha valido el oro.
El esloveno Domen Skofic ha perdonado muy arriba, a cuatro movimientos del top, cuando parecía que tenía controlada la sección final. Su actuación le ha servido para colgarse la medalla de plata. El tercer clasificado ha sido Jakob Schubert, que no ha acabado de encontrar el flow que buscaba en la vía de la final.
Tanto en la categoría femenina como en la masculina, en la final se ha podido descubrir a jóvenes promesas como Tjasa Kalan, Nina Arthaud, Luka Potocar o Mejdi Schalck, que seguramente darán mucho que hablar en los próximos años.
Una vez finalizada la competición se ha realizado un sentido homenaje a Luce Douady, en el que ha participado su familia y se ha proyectado un vídeo en su recuerdo. Au revoir Luce.