Joe Kinder ha realizado la primera ascensión de Kinder Cakes, en Rifle (Colorado, USA). El norteamericano ha propuesto un grado de 5.15a (9a+) y si se acabara consolidando sería la primera vía de esta dificultad en Rifle.
Kinder Cakes podría ser la vía más dura en la libreta de Kinder: «Bone Tomahawk podría ser 9a+, igual que The Activator, que Jonathan Siegrist cree que es mi vía más dura. De cualquier modo, Kinder Cakes es más duras que estas dos y se adapta muy bien a mi estilo. También está Life of Villains, ahora consolidada en el 9a y que creo que es fácil para el grado con el nuevo método. Es una pena que el primer ascensionista se quede atrapado con un método. Esto me sucedió con Life of Villains. Mi método era de 9a+ pero con la nueva beta, muy lógica, diría que incluso es 8c+/9a».
Fue el propio Joe el que equipó Kinder Cakes, después de visionar la vía mientras probaba Diarrhea Mouth 9a, otra de sus líneas en la Skull Cave. «Diarrhea Mouth se encuentra en la misma cueva y la guinda del pastel cuando la encadené fue poder cerrar el proyecto y empezar a equipar Kinder Cakes. Esta última es bien diferente y surca la cueva de forma directa», comenta el norteamericano.
Kinder Cakes le ha llevado tres meses de trabajo a Joe Kinder. «El año pasado le dediqué dos meses y este 202, entre el entrenamiento y los pegues, ha sido un mes exactamente. Kinder Cakes es una vía increíble y estoy muy orgulloso de ella», explica el escalador de 41 años.
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«Mis vías son mis historias y mi contribución a lo que más me apasiona… la escalada»
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Esta primera ascensión de Joe Kinder se suma a muchas otras que ya atesoraba en Estados Unidos. Él es uno de los escaladores más prolíficos del país a la hora de establecer vías duras y que han acabado convirtiéndose en referentes: «No podría quedarme solo con una de mis vías. Son mi legado y nos sobrevivirán a todos. Éstas no contienen implicaciones políticas, juicios, culturas, conflictos ni cualquier otra tontería. Mis vías son mis historias y mi contribución a lo que más me apasiona… la escalada».
Actualmente Kinder combina su faceta de escalador, ya apartado de la profesionalización, con su trabajo en la marca LOV, que fundó hace pocos años junto a su mujer, Lindsey Tjian: «La marca funciona muy bien. Lanzamos colecciones de camisetas en las que explicamos historias. Nosotros controlamos todo el proceso de creación y tomamos nuestras propias decisiones. Además, realizamos donaciones a causas en las que creemos y esto también hace que el proyecto sea más personal. La respuesta por parte de la comunidad es muy buena y nos sentimos bien por formar parte de la cultura de escalada».