5 de mayo de 2024
E9 Planet

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En la Cordillera Blanca

Los Hermanos Pou y Micher Quito triunfan en la cara noroeste del Ranrapalca (6.162m)

Tras dos largas y duras jornadas en la pared, los hermanos vitorianos, Eneko e Iker, y el alpinista local, Micher, establecen la primera vía en la hasta ahora virgen cara noroeste del emblemático Ranrapalca

Eneko Pou escalando el Ranrapalca
Eneko Pou lidera uno de los largos de hielo de 'Ya Pe’ Cholo'. Foto / Col. Hermanos Pou
 

Casi por sorpresa, los hermanos Pou anunciaron a finales de agosto que volvían a la Cordillera Blanca, en Perú.  No hacía ni dos meses que habían regresado del Himalaya, donde pusieron punto y final a su gran proyecto «Los 4 Elementos» con la apertura de la vía Waa Shakil (6b, 70°, M5, 1.200m), cuando se ponían de nuevo en marcha.

«Cuando a través de The North Face surgió la oportunidad de realizar la expedición a las Torres del Trango estábamos felices, pero también preocupados por no poder volver a la Cordillera Blanca y que alguien se nos adelantara en un proyecto muy importante para nuestra carrera. Lo habíamos intentado el año pasado y por culpa de las condiciones no lo pudimos resolver satisfactoriamente», comentan los hermanos vitorianos haciendo referencia al proyecto que acaban de culminar.

Topo Ya Pe Cholo al Ranrapalca

Ya Pe’ Cholo (6b, 80º, 1.200m), primera vía en la cara noroeste del Ranrapalca

Eneko e Iker, en cordada con Micher Quito, han pisado hace pocos días la cima del Ranrapalca (6.162m) abriendo una vía en su hasta ahora virgen cara noroeste. «Esa pared es una imponente mole de casi un kilómetro vertical, que alcanza de manera vertiginosa esta famosa cumbre de 6.162m», dicen los Pou.

La vía que han abierto se llama Ya Pe’ Cholo (6b, 80º, 1.200m). Han invertido dos días para una apertura que han calificado como «dura, expuesta y muy larga. Dura, porque escalar una pared tan grande con cerca de 20 kg a la espalda multiplica la dificultad. Expuesta, porque estando a final de temporada y con el calor que ha hecho este año, los desprendimientos de piedras y hielo que caían a nuestro alrededor eran constantes. Y larga, porque con 900 m de desnivel y más de 1.000 m de recorrido, esta cara noroeste del Ranrapalca es una de las más grandes que hemos ascendido jamás».

Sobre su compañero de cordada, Micher Quito, dicen los Pou que «tiene cualidades para ser uno de los mejores de la Cordillera: tranquilo, frío, fuerte, experimentado, humilde… Es el compañero ideal para una escalada de esta envergadura. Lo demostró en las dos vías que abrimos en los Urus, pero sobre todo cuando inauguramos One Push, una apertura en la que todos fuimos al límite. Este año en Ya Pe’ Cholo la coordinación también ha sido perfecta».

Hermanos Pou: «Poder imaginar, idear y crear nuevos itinerarios vanguardistas nos permite ir más allá en la evolución del alpinismo e intentar dejar un buen legado»

Susto en la pared

La apertura de los Pou y Quito, que remarcan como brillante y una de las más significativas de su larga y extensa carrera, podía haber acabado en tragedia. Cuando realizaban el último rápel en la sección de roca de la pared un gran bloque de piedra impactó sobre la cabeza de Eneko.

Así relata Iker lo sucedido: «En un primer momento pensé que no la iba a contar. El golpe fue brutal y como no contestaba, me temí lo peor… Se quedó colgando de la cuerda y Micher que estaba más abajo tuvo que bloquear el rapel para que no se deslizase al vacío. Fue un momento muy difícil para todos, hasta que por fin dio señales de vida. Cuando se recuperó, Eneko pudo seguir rapelando por su propio pie. El accidente ocurrió a las 17:30h y estuvo mucho tiempo en estado de shock, pero no pudo venirse abajo porque todavía nos quedaban muchas horas de descenso. Concretamente, no fue hasta las 2:00h, con la noche ya cerrada, cuando después de atravesar un laberinto de grietas impresionantes, logramos descender hasta el refugio-vivac (sin guardar) Giordano Longoni, parte de la red de refugios andinos de la «Operación Matogrosso».

Visión vanguardista

Eneko e Iker Pou concluyen la crónica de la apertura de Ya Pe’ Cholo (6b, 80º, 1.200m) con estas palabras: «Estamos muy contentos y orgullosos de seguir dejando nuestra impronta alrededor del planeta, sobre todo en un momento en que las nuevas generaciones se limitan únicamente a repetir vías solo valorando los números. Poder imaginar, idear y crear nuevos itinerarios vanguardistas nos permite ir más allá en la evolución del alpinismo e intentar dejar un buen legado».