Cintia Percivati ha encadenado White Zombie 8c en la cueva de Baltzola, en Dima (Euskadi). La importancia mediática del rotpunkt puede sonar trivial en los tiempos que corren, cuando parece que ya nada por debajo del 9a+ o 9b es noticia, pero la ascensión de Percivati es especial. Lo es porque supone el primer 8c encadenado por una escaladora argentina.
La escaladora de Buenos Aires, conocida cariñosamente como «La Hormiga», vive en Patagonia y empezó a escalar a los 18 años. Sus inicios fueron en la escalada tradicional, aunque pronto descubrió la deportiva y el boulder, y decidió apostar por la polivalencia.
La porteña explica: «Durante 10 años me dediqué al andinismo, haciendo grandes ascensiones al Fitz Roy o Cerro Torre, entre otros. Paralelamente viajé por todo el mundo conociendo distintas escuelas de escalada, tanto lugares de grandes paredes como escuelas de deportiva. Visité España reiteredas veces, donde crecí enormemente en la deportiva, logrando elevar el máximo grado femenino de Argentina hasta el 8a a vista».
White Zombie, primer 8c femenino para una argentina
White Zombie fue el primer 8c a vista en la historia de la escalada. Lo consiguió Yuji Hirayama el 5 de octubre de 2004. Es una de las vías más populares de Baltzola y hoy en día sigue siendo objeto de deseo para muchos escaladores y escaladoras.
Así explica Percivati cómo llegó hasta Baltzola: «De nuevo en España, durante el primer mes logré hacer varios 8b y dos 8b+, así que me propuse probar algún 8c. Estaba solo a un paso… Surgió la posibilidad de ir al País Vasco con mi amigo David Martínez «el flaco» y fue él quien me recomendó probar White Zombie. Al llegar a Baltzola me metí directamente en la vía».
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«En un golpe de inspiración de repente estaba en la cadena»
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No le duró mucho el proyecto a «La Hormiga»: «El primer día solo alcancé a probarla y a sacarle bien todos los pasos. El segundo día hice un pegue increíble, cayendo bastante arriba y viendo que la tenia más cerca de lo esperado. Al tercer día, sin pensar en nada más que escalar fluido, disfrutando de la vía, conecté con la roca. En un golpe de inspiración de repente estaba en la cadena. Me invadió la emoción al comprender que los sueños son posibles si te los propones».