Pablo Zamora ha establecido Kora, en Hoya Moros (Salamanca). «Aún no me creo que haya conseguido salir por arriba en este bloque. Sin lugar a dudas, uno de los mejores que he escalado y, sin duda, uno de los que más me ha enseñado. Ha sido uno de los pocos problemas que realmente me ha puesto contra las cuerdas a nivel psicológico, no tanto por su dificultad técnica, sino por ese highball final de algo menos de 15 metros», ha comentado Zamora, que ha propuesto 8C/+ tras la primera ascensión.

Sobre Kora, el madrileño explica que «ya se habían encadenado Narsil y Excalibur, que empiezan más o menos desde la mitad, pero faltaba completar la línea entera. En mi opinión, la línea se divide en tres bloques claros. El primer bloque comienza con unas regletas pequeñas que pinchan bastante; hay que encontrarles bien la posición. Termina en un reposo de rodilla que, aunque no es muy bueno, al menos te deja respirar un poco. A partir de ahí empieza el segundo bloque, que va por texturas y agarres un poco raros, a los que hay que acostumbrarse para poder moverse con soltura. Este tramo te lleva hasta un buen cazo, donde puedes ponerte de pie casi sin manos. Ya ahí es donde te encuentras con el enorme highball final, ese momento que no quieres que llegue nunca pero que al mismo tiempo ansías afrontar. No es muy difícil pero la parte complicada de éste se encuentra en los últimos metros, que son de estar en posiciones de sentirte cómodo surcando la arista sin perder el equilibrio hasta salir por arriba».

Respecto a la propuesta de 8C/+, dice Pablo que «no había escalado algo parecido nunca porque he tenido muchos problemas con la piel. Pinchaba mucho y había sesiones en las que en el primer pegue se me abría. Completar la línea entera ha sido difícil, de ahí ese grado».

A falta de que futuros ascensionistas confirmen el grado, Kora se convertiría en uno de los problemas de boulder más duros de Hoya Moros junto a otras líneas como La Legión o Eterno Legado, ambos 8C.