Ana Belén Argudo ha entrado en la novena dimensión con el encadenamiento de Cordia Maleficarum 9a, en Cuenca. Es la tercera española que consigue alcanzar el noveno grado, tras Josune Bereziartu, que lo hizo con Bain de Sang, en octubre de 2002, y Mar Álvarez, que se anotó Era Vella en agosto de 2014.

La madrileña ya lo avisaba hace unos días, cuando se llevó un excelente doblete con Citania 8c y Corazón de Cofrade 8c: «Corazón de Cofrade tiene una variante que sale por la Malleus Maleficarum y que es 9a. Ya veremos si eso tiene futuro, de momento la he probado». Esta variante es Cordia Maleficarum y la de Ana ha supuesto la tercera ascensión absoluta de la vía después de los rotpunkts de Alex Garriga y Jonatan Flor, este último a mediados del pasado mes de marzo.

El camino de Ana Belén Argudo hacia el 9a

Con Citania y Corazón de Cofrade Argudo sumaba ya seis vías entre el 8c y el 8c+ en Cuenca. Solo hace un año, en este misma escuela, que se ha convertido en su terreno de juego favorito, Ana encadenaba su primer 8c con Sumazero, una ascensión que le dio alas y la motivación suficiente para enfocarse en otros proyectos más duros en los que no tardó en fijarse.

Dos meses después de Sumazero realizó un paso más al encadenar Madiba 8c/+, una vía equipada por Darek Kaluza e Iris Matamoros que se encuentra en el sector Rincón de la Ermita. El siguiente paso natural era apostar por el 8c+, que llegó para la madrileña en octubre de 2021 al tachar Potemkin 8c+. Con esta ascensión se convirtió en una de las pocas escaladoras españolas que han conseguido alcanzar el 8c+.

Con Cordia Maleficarum, y 20 años recién cumplidos, el 9a ya está en la libreta de Ana Belén Argudo. Lejos parece quedar el primer 8a que encadenó, Rehabilitación, con 12 años, en el Barranco del Fin del Mundo (Guadalajara).