La Sportiva y Sputnik Climbing han terminado el año anunciando un nuevo partnership técnico. Para celebrarlo y empezar la nueva colaboración con un gran evento multitudinario, las dos marcas y sus equipos de atletas al completo se reunieron en Vizcaya, en el nuevo Sputnik Berango. Esta sala de escalada probablemente se convertirá en el rocódromo insignia de Sputnik en el norte peninsular.

El sábado 26 de noviembre Sputnik Berango abrió por primera vez las puertas tras meses de trabajo al detalle para pulir hasta el último milímetro de sus 1.500m2. Más que un gimnasio, más que un rocódromo, el espacio parece un museo del boulder, un templo de la escalada donde la estética se encuentra con el rendimiento. Una luz tenue, las vías iluminadas como si de cuadros se trataran, los colores cálidos, el ambiente tranquilo: escalar allí es como hacerlo en el Prado o en el Louvre.

Los responsables de Sputnik Berango presumen de equipadores, y con razón. Las problemas de boulder fáciles proponen retos sencillos pero entretenidos, propiciando una progresión fluida y a la vez entretenida a quienes se inician, mientras que los problemas más difíciles suponen un desafío. El propósito de Sputnik es claro: el rocódromo tiene que ser para todo el mundo, tanto para quienes se calzan unos pies de gato por primera vez como para competidores y escaladores de alto nivel. Tal y como se pudo comprobar durante la inauguración, lo han conseguido.

Pero Berango es mucho más que escalada. A veinte minutos en coche desde Bilbao y cinco de la playa de Sopela, el nuevo Sputnik quiere ser un nexo entre el mundo de la escalada y la cultura vizcaína. No todo son presas, volúmenes y pies de gato, en Berango también se respira gastronomía y surf. El futuro es prometedor.