Janja Garnbret y Domen Skofic no han tenido que viajar muy lejos para batir un récord mundial. En su propio país, en Eslovenia, y más concretamente en la ciudad de Trbovlje, han escalado la chimenea más alta de Europa. Aunque la noticia se ha hecho pública ahora, la Garnbret y Skofic encadenaron la vía en octubre del año pasado.
La vía tiene 360 metros, consta de 13 largos, con dificultades entre el 7b y 8b+ y fue equipada por Katja Vidmar y Simon Margon, route setters habituales en las competiciones de la International Federation of Sport Climbing (IFSC). Trabajaron 23 días en el equipamiento y taladraron entre 4.000 y 5.000 agujeros para colocar las presas de la marca 360holds.
La pareja eslovena consiguió encadenar la vía en su segundo intento, en el que invirtieron un total de 7 horas y 30 minutos. A pesar de que la central eléctrica donde se encuentra la chimenea está cerrada desde 2014, la vía se desequipó después de la ascensión de la pareja.