21 de noviembre de 2024

En Flatanger

Seb Bouin repite ‘Iron Curtain’ y propone 9a+ si se utilizan rodilleras

Nueve años después de la primera ascensión que consiguió Adam Ondra, el francés se lleva la primera repetición de una de las vías más duras de la Cueva de Hanshelleren, en Flatanger (Noruega). Ahora se plantea ir más allá

Seb Bouin escalando en Flatanger
Seb Bouin suma con 'Iron Curtain' otra dura ascensión en Flatanger. Foto / Marco Müller
 

Seb Bouin ha realizado la primera repetición de Iron Curtain, en Flatanger (Noruega). La primera ascensión de la vía se la anotó Adam Ondra en agosto de 2013, proponiendo una dificultad de 9b. En aquel momento se convirtió en la vía más dura de Noruega junto a su vecina Change 9b+.

«En 2013 le envié un correo electrónico a Adam para saber si iba a escalar en Flatanger durante el verano. Yo estaba buscando un compañero para escalar. No esperaba ninguna respuesta, ya que no nos conocíamos. Me respondió y me dijo que me recogía en el aeropuerto de Trondheim. Compré el billete de avión y escalé junto a Adam y Erik Grandelius durante todo un mes allí. Fue excitante, una zona bonita, un nuevo sector y el escalador más fuerte del mundo enseñándome las joyas de la cueva. Adam empezó a probar Iron Curtain justo al llegar. La línea se veía dura y buena. Fue la primera vía que encadenó durante ese viaje. Le aseguré en la primera ascensión y fue increíble. En el crux hizo un paso de hombro muy loco. Ese viaje fue inspirador para mí y significó un punto de inflexión en mi carrera como escalador. Adam y Erik me abrieron los ojos frente a la dificultad extrema. Aprendí mucho viéndoles escalar. Fue algo diferente», explica Bouin recordando la primera vez que visitó Flatanger.

Iron Curtain, 9a+ con rodilleras según Seb Bouin

Seb Bouin ha vuelto este verano a Flatanger, igual que había hecho ya repetidamente desde 2013. El francés no tenía ningún objetivo claro al llegar, pero se decantó por Iron Curtain como proyecto. «La roca es perfecta y la línea es preciosa. Invertí 14 días de intentos en un total de cinco días», comenta.

Bouin decidió usar rodilleras para escalar la vía. Es un especialista de esta técnica y siempre ha sido honesto cuando ha repetido una vía utilizándolas y ha creído que era necesario rebajar la dificultad. Así ha sido en Iron Curtain: «Creo que la vía es más fácil con rodilleras. Puedes hacer el crux de forma sensiblemente diferente. Sigue siendo duro, pero menos exigente para los hombros y más parecido a un problema de bloque convencional. Adam propuso una dificultad de 9b y no utilizó rodilleras. Estoy seguro que ese grado es correcto si no te las pones». Para ajustar la dificultad a 9a+ Seb también ha tenido en cuenta el tiempo que ha invertido en la vía.

El idilio de Seb Bouin con Flatanger

Desde que Seb Bouin pisó por primera vez la Cueva de Hanshelleren en 2013 su idilio con el lugar no ha hecho más que ir in crescendo. Durante el verano de 2016 encadenó Thor’s Hammer 9a/+ y tres años más tarde, tras cinco viajes única y exclusivamente para probar Move 9b/+, se hizo con la primera repetición de ésta.

Esta temporada ha tachado ya Iron Curtain con suma rapidez y ahora no tiene claro qué hacer: «Respecto a los próximos proyectos, empezaré a fijarme en retos más importantes. No sé si estoy a punto para probar algo en lo que tenga que invertir mucho tiempo. DNA me exigió mucho. Tengo que tomarme un tiempo para pensarlo. Veremos qué me dicta el corazón».

En este comentario Seb Bouin se refiere DNA, la vía que encadenó en La Ramirole, en pleno corazón del Cañón del Verdon (Francia), y para la que propuso el segundo 9c del mundo. El francés tiene una buena referencia con esta vía respecto a la dificultad y el esfuerzo que supone sumergirse en un proyecto de esta envergadura. Seguramente se ha planteado probar Silence, pero deberá concienciarse a fondo antes.

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