25 de febrero de 2025

En Santa Linya

Mikel Linacisoro firma sus mejores 24 horas en roca

Durante un fin de semana, el de Bergara consigue repetir su grado máximo y se anota dos exigentes líneas, una al flash y la otra a vista. Lo hace en la Cova Gran, en Santa Linya

Mikel Linacisoro escalando en Santa Linya
Mikel Linacisoro escalando en la Cova Gran, en Santa Linya. Foto / Jep Llavador
 

Mikel Linacisoro ha vivido sus mejores 24 horas en roca tras firmar tres destacados encadenamientos en la Cova Gran, en Santa Linya. El vasco se ha anotado Selecció Natural 9a, Fabelita 8c al flash y Rock Fucks 8b+ a vista durante el fin de semana. «Así, he repetido mi máximo grado, mi máximo grado a vista y he subido de grado al flash, todo en 24 hora, ¡ni me lo creo!», ha comentado contento de sus realizaciones.

El año pasado, Linacisoro decidió dejar el boulder de competición para centrarse únicamente en la dificultad y desde entonces lo hemos visto más en roca que en plástico. «Siempre he sido escalador de roca. Desde que empecé a escalar, mi principal motor motivacional para seguir escalando era la roca, sobre todo escalar en Araotz con Joxean Mulas, un sitio guapísimo cerca de mi casa. Los últimos años he estado un poco más parado, ya que entre la universidad, el mal tiempo en Euskadi para escalar en roca en invierno y las competiciones, he tenido muy poco tiempo para salir a roca. Desde que me mudé a Catalunya y tengo tiempo libre, estoy escalando casi todos los findes, ¡es una maravilla! Catalunya está lleno de rutones y el clima acompaña mucho, es el paraíso», dice Mikel.

«Fue la línea que me entró por los ojos la primera vez que fui a Santa Linya el pasado mes de noviembre»

24 horas para el recuerdo

El relato que Mikel Linacisoro hace sobre las 24 horas que ha pasado en Santa Linya no deja lugar a dudas, «han sido las mejores, al menos en lo que a grado se refiere», remarca.

Así las ha vivido: «Llegamos el sábado y las condiciones eran bastante malas, con lluvia y humedad. Le di un pegue a la Selecció Natural y estaba húmeda y mojada pero aun así, no sé ni cómo, conseguí plantarme en la última cinta, cayéndome en el último paso. Estaba fatal, así que ya a última hora del día, como quería escalar más y no dar solo un pegue en todo el día (había que aprovechar el finde al máximo, que ahora tengo por delante unos findes liados y en un mes no podría volver, ¡jaja!), me metí en Rock Fucks a vista. A pesar de ser malo empotrando rodillas, la verdad es que la leí bastante bien y sentí por primera vez que las rodillas y rodilleras me valían para algo. ¡No soy muy fan de los empotramientos, pero hay que ir aprendiendo! La pude escalar bastante bien y conseguí chapar cadena la éxito, consiguiendo así mi segundo 8b+ a vista. Ya había cumplido y me sentía contento, pero por la noche, hablando con Óscar, un amigo que está probando Fabelita, y al que había estado asegurando yo ese mismo día, nos motivamos y le dije que podía ser un buen flash. El domingo amaneció con un sol de locos y como a la Selecció Natural le entra la sombra de tarde y Fabelita estaba a la sombra por la mañana, el plan estaba clarísimo. Calenté en un 8a que hice a vista. Me sentía bien, así que me fui de cabeza a Fabelita. Con el flash que me habían hecho y los pegues que había asegurado, iba escalando como si hubiese probado la vía unos cuantas veces, era guapísimo, ¡jaja! Después de una buena luchada, más que en el bloque, por la resistencia de la parte de arriba y no tener claros los pies, me planté en la cadena de Fabelita, siendo mi primer 8c al flash. Y bueno… con la motivación que llevaba encima y sabiendo que en un mes no podría volver a probarla, a la que le entró la sombra me preparé para darle a Selecció Natural. Después de haberla escalado casi hasta la reunión el día anterior con una humedad terrible, pillarla seca y con buen tacto fue clave, sobre todo para la cabeza; me sentí mejor que el día anterior en cada paso. Tras 75 movimientos y una buena luchada contra la petada y los dedos llenos de sangre, pude chapar la cadena. ¡Qué via más guapa! Creo que es de las mejores líneas que he escalado nunca. Fue la línea que me entró por los ojos la primera vez que fui a Santa Linya el pasado mes de noviembre».

Selecció Natural, sexto 9a de Mikel Linacisoro 

Selecció Natural ha sido el sexto noveno que encadena Mikel Linacisoro, «aunque tengo un par más de 8c+/9a, ahora que está de moda esto de las barras. La verdad es que cada vía, no solo los 9a, tiene algo especial y algo que me hace recordarlas con mucho cariño. Una de las cosas que más me gusta de la escalada es el proceso y los momentos y risas que compartimos con los amigos a pie de vía, cada uno con su proyecto y su locura. Lo más bonito es poder compartirlo con los tuyos».

De esas seis líneas de 9a, Mikel explica que «si tuviera que elegir solo una, la más especial para mí, sin ninguna duda, es Il Domani, en Baltzola. Es una vía que desde pequeñito (cuando me metí en el mundo de la escalada, con unos 10 añitos) soñaba con poder escalar algún día. Es una vía de Patxi Usobiaga, muy histórica en Euskadi, y desde que veía a Ander Lasagabaster probarla, con su pasión y motivación por hacerla, siempre tuve claro que algún día la probaría a muerte».

«Sabía que para poder dar mi máximo y ver dónde esta el límite, tenía que salir de Euskadi y de mi rutina allí. Mudarme a Catalunya me pareció la mejor opción»

Una nueva etapa

Cuando Mikel Linacisoro anunció que dejaba las competiciones de boulder, muchos dieron por hecho que también abandonaría las de dificultad, nada más lejos de la realidad: «De hecho, estoy más enfocado que nunca en las competiciones de dificultad. Todavía no sé en cuáles podré competir pero lo que tengo claro es que ahora estoy dándolo todo para ponerme en plena forma y dar el máximo que tengo en la dificultad».

Es por es motivo que Mikel decidió mudarse hace poco a Barcelona. Comenta que «así puedo entrenar en el CAR de Sant Cugat con David Macià y el resto del equipo. Además, puedo aprovechar en la medida de lo posible el paraíso de roca que es Catalunya. Tenía muchas ganas de poder enfocarme en la escalada al 100% y la verdad es que creo que está yendo bastante bien. Sabía que para poder dar mi máximo y ver dónde esta el límite, tenía que salir de Euskadi y de mi rutina allí. Mudarme a Catalunya me pareció la mejor opción. Entrenar en las instalaciones del CAR, con un pedazo de equipo, es clave para poder apretar al máximo e intentar saltar al siguiente escalón. Yo soy de pueblo y Barcelona no me gusta demasiado, mucha gente y poco monte cerca, pero los entrenamientos son brutales y todos los fines de semana me escapo de la ciudad con los amigos y la furgoneta al monte, a escalar en roca. ¡No me puedo quejar! Creo que vamos por buen camino y vaya bien o no en las competiciones, creo que estoy en el mejor momento de mi vida como escalador, así que ya iremos viendo cómo van las cosas… ¡Estoy muy motivado!».

 

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