«Aún lo estoy procesando. Sigo sintiendo que me tiemblan las piernas antes del slab final…», ha comentado Martin Keller tras anunciar la primera ascensión de la nueva versión de Gateway, en Ticino (Suiza). Nueva versión no porque haya encontrado otro método, sino porque después de haber estado probando el problema durante tres años, sumando unas 150 sesiones, rompió en más de una ocasión la presa del crux y la dificultad de la línea aumentó. Keller, que está a punto de cumplir 46 años, ha propuesto 8C+ para el nuevo Gateway, «el mejor problema y el más duro que he podido escalar jamás».
Explica el suizo que «el problema lo cepillaron Giuliano Cameroni, Gabriele Moroni y Lorenzo Puri. La primera ascensión fue para Jimmy Webb. Entonces rompí la presa clave y posteriormente toda base del bloque se hundió después de que un árbol cayera al suelo durante una tormenta. Tuve que reconstruir la base del bloque y así pude seguir probándolo. Realmente épico todo».
Sobre el proceso en Gateway, Keller ha dicho que «no es fácil encontrar el proyecto perfecto. Una línea así de bella, con movimientos duros en tu límite y estilo, muy de fuerza pero al mismo tiempo con secuencias delicadas. Lo tiene todo. Tardé más de 150 días hasta que finalmente pude enlazar los 20 movimientos duros en la última noche de la temporada antes de que el verano pegara con fuerza».
Con esta propuesta de 8C+ Gateway se convierte en lo más duro que ha encadenado Martin Keller, que en el pasado ya había protagonizado asedios similares en otros proyectos. Buen ejemplo de ello fue el proceso que vivió en Ninja Skills sit 8C+, un problema en el que también invirtió más de 150 días, en ocasiones con interminables sesiones nocturnas de más de 12 horas.
«¿Qué me ha llevado a escalar el problema más duro de mi vida con casi 46 años? Aquí no hay trucos, simplemente una línea inspiradora; un trabajo duro, pero inteligente, constante y creer en el proceso. La clave ha sido tener un entrenamiento eficiente y efectivo, que funciona, con poco tiempo que perder cuando trabajas como profesor y gestionas tu propio negocio de entrenamientos», ha concluido Keller con unos argumentos inspiradores.