Los últimos días de escalada de Jorge Díaz-Rullo en la Cova Gran, en Santa Linya, han sido realmente productivos. Al encadenamiento a vista de La Fabelita 8c, el 31 de marzo, el madrileño ha sumado cuatro vías de noveno grado en cuatro días de escalada, con uno de reposo en medio.

El particular tour de force del madrileño para hacerse con el póker de 9a’s empezó el sábado 1 de abril, cuando encadenó Ingravids Eskerps R3. El domingo decidió descansar y el lunes volvía a la Cova Gran para anotarse Joe Dan. Al día siguiente se hacía con La Fabelita R2, de la que ya conocía buena parte de la vía gracias a la ascensión a vista que había protagonizado hasta la primera cadena unos días antes. El pasado miércoles Jorge cerraba el cuarteto de novenos en la cueva con Fabela pa la Enmienda y ese mismo día también encadenaba Rock Fucks 8b+.

Por si esta impresionante lista de rotpunkts en un plazo de tiempo no fuera suficiente, el pasado viernes cambió de escenario y se pasó por el Contrafort de Rumbau, en Oliana. Allí encadenó al segundo intento Fish Eye 8c, después de caer en el pegue a vista a la altura de la última cinta exprés.

75 vías de noveno grado y sumando

Jorge Díaz-Rullo alcanzó hace unos días la cifra de 75 vías de noveno grado encadenadas. Lo hizo con Widowmaker 9a, en Margalef, y queda patente que ya ha superado ese registro y que se dirige decidido hacia las 100.

El de Madrid entró en la novena dimensión con Palestina, en Cuenca, que encadenó el 24 de diciembre de diciembre 2016. Fue un buen regalo de Navidad, poco antes de que cumpliera los 18 años. Con 23 años, es uno de los españoles con más vías de noveno encadenadas, junto a Dani Andrada, Jonatan Flor y Ramon Julián.