La comunidad escaladora ha sido cuestionada frecuentemente por su falta de compromiso y solidaridad con las causas sociales. Dicen que solo nos preocupamos por entrenar, subir paredes y que no hablamos ni pensamos en nada más que no sea escalada, escalada y escalada.
Rápidamente me viene a la mente la organización sin ánimo de lucro Climbers Against Cancer (CAC), que fundó el bueno de John Ellison en 2012. La creación de esta organización supuso un punto de inflexión en lo que a implicación y trabajo por parte de los escaladores en causas sociales se refiere. Ellison falleció en 2015 a causa de un cáncer, pero su legado sigue vivo y CAC continua trabajando en la lucha contra el cáncer.
La última de las grandes iniciativas sociales que ha surgido desde el mundo de la escalada proviene de la organización norteamericana 1Climb, liderada y fundada por el escalador Kevin Jorgeson. Esta organización trabaja desde el año 2010 con niños y adolescentes que sufren problemas de integración y viven en situaciones desfavorables.
La labor de 1Climb es evitar la marginación de esos jóvenes, apartarlos de las calles, facilitar su integración en la sociedad y conseguir para ellos las mismas oportunidades que tienen los que viven en condiciones más favorables. Todo esto se articula a través de la escalada, construyendo rocódromos en las instalaciones deportivas de barrios humildes.
Las marca de calzado urbano Toms ha unido fuerzas con So Ill y juntos han lanzado una campaña de crowdfunding en beneficio de 1Climb. El objetivo es que 100.000 jóvenes puedan acceder a la escalada desde sus barrios. Para llegar hasta la ambiciosa cifra, el crowdfunding ofrece a los que quieran colaborar una línea de productos exclusivos fabricados por Toms y So Ill.
Podríamos criticar a la sociedad norteamericana por muchas de sus políticas, sobre todo desde que gobierna ese tirano llamado Donald Trump, pero no es bueno generalizar. Hay que reconocer que el trabajo que hacen en campañas solidarias de todo tipo es envidiable y ahora, además, la escalada también será protagonista. Bienvenida sea.
Existen muchas otras inicativas, como por ejemplo la de ClimbAID, otra organización sin ánimo de lucro fundada en 2016 en Zurich (Suiza). ClimbAID colabora en proyectos humanitarios y lo hace a través de ideas como Rolling Rock, un fantástico rocódromo sobre ruedas que viaja a países en conflicto para aportar un poco de color, alegría y esperanza a los más pequeños. La escaladora Nina Caprez es una de sus colaboradoras más activas.
En definitiva… la próxima vez que alguien eche en cara que solo pensáis en la escalada y que pasáis del resto del mundo mundial, que sepan que nuestro deporte también es un vehículo para ayudar, colaborar y concienciar.
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