Alexey Rubtsov se convirtió en escalador profesional prácticamente desde el primer día que empezó a competir. Nació en Moscú en agosto de 1988, a los 17 años descubrió la escalada y a los 20 participó en su primera prueba de la copa del mundo de boulder. Tan sólo un año después se proclamaba campeón de mundo.

No hay duda alguna, Alexey ha nacido para escalar. Este año competirá por décima vez consecutiva en la copa del mundo de boulder. El año pasado subió al podio en tercera posición y esta temporada espera, como mínimo, igualar el resultado.

Hablamos con Alexey aprovechando su visita por tierras catalanas el pasado invierno. Las competiciones, su faceta como escalador en roca y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 son los principales temas de conversación. Interesantes reflexiones.

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«Me gusta la escalada deportiva pero solo en roca. Nunca me ha gustado entrenar con cuerda en el rocódromo»

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¿Recuerdas cuándo empezaste a escalar?

Sí, tenia 17 años. Fue en la universidad. Nos obligaban a practicar deporte y podías escoger entre varios. Yo decidí probar la escalada, simplemente por diversión.

¿Y cómo te sentiste?

Me gustó desde el primer movimiento. Sentí los movimientos muy naturales y como algo bueno para mi cuerpo. Pasados unos meses ya estaba compitiendo.

¿Dónde fue tu primera competición?

Competí por primera vez en un campeonato universitario. El mismo año también participé en un campeonato de escalada de dificultad en Moscú. Conseguí clasificarme para la final.

Entoces, ¿debutaste como competidor en dificultad antes que en boulder?

Sí, primero fue la cuerda, aunque en mis inicios como escalador practicaba las dos modalidades y no las entendía como estilos independientes.

¿Cuándo te pasaste al boulder?

Llevaba escalando un par de años y el gimnasio donde entraba era todo de boulder. Me gusta la escalada deportiva pero sólo en roca. Nunca me ha gustado entrenar con cuerda en el rocódromo. El boulder es mucho más dinámico y estás más en contacto con el resto de la gente. Lo disfruto mucho más.

¿Dónde entrenas normalmente?

En Moscú no tenemos muchas salas de escalada y la mayoría no están orientadas a los atletas, sino más bien al público en general. Hasta ahora he entrenado en el mismo plafón donde empecé, en la universidad, pero pronto abriré mi propio rocódromo. (Cuando realizamos esta entrevista, Alexey estaba a punto de inaugurar la sala. Se llama Climb in Tokyo).

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Llevas una década compitiendo a nivel internacional.

Sí, mi primera participación en una copa del mundo de boulder fue en 2008 y acabé en el puesto 21 esa temporada.

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«Antes de ganar el campeonato del mundo entrené durante un año con Rustam Gelmanov. A veces incluso le ganaba, jaja!»

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Y sólo un año después te proclamaste campeón del mundo de boulder. Una progresión increíble…

La verdad es que sí. Durante mis primeros años de entrenamiento mis compañeros no estaban tan fuertes como yo. Cuando alcancé un buen nivel esto cambió. Entonces mis compañeros de entrenamiento estaban igual de fuertes que yo o más. Creo que esta es una de las claves para mantenerte fuerte. Antes de ganar el campeonato del mundo entrené durante un año con Rustam Gelmanov. A veces incluso le ganaba, jaja! Aún así, creo que mi nivel es mucho más superior ahora que cuando gané ese campeonato en 2009.

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«Sigo motivado por competir, no me he cansado de ello todavía»

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Pocos escaladores se mantienen tantos años a tu nivel en la copa del mundo. ¿Tienes algún secreto?

Creo que mi mejor etapa como escalador de competición empezó después de ganar el campeonato mundial en 2009. Un escalador joven y con talento puede ganar un campeonato, tan sólo es una prueba. Para mí, el reto durante todos estos años ha sido superarme a mí mismo y siento que hasta hace un par de años no había llegado a mi mejor estado de forma. Sigo motivado por competir, no me he cansado de ello todavía.

El nivel en las competiciones ha aumentado mucho en los últimos años. Cada vez es más difícil colarse en unas semifinales o finales, pero tú siempre estás entre los mejores. ¿Qué estrategia sigues en las competiciones?

La fase clasificatoria no es muy complicada. Conozco mi nivel, tanto en el aspecto físico como mental y normalmente invierto un 80% de mis capacidades para conseguir entrar en una semifinal. Así llego fresco para poder dar el máximo.

¿Sigues una preparación específica los días anteriores a una competición?

No mucho… Descanso los dos días previos y sigo una dieta específica, pero no soy muy estricto. Antes de que empiecen las clasificatorias también hago un poco de trabajo mental.

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«La semifinal es la fase más complicada, incluso más que luchar por el podio»

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¿Y cuál es la parte más dura durante la competición?

Sin duda, las semifinales. Es la fase más complicada, incluso más que luchar por el podio final. Y ahí sí que sigo una preparación muy estricta. De los 20 escaladores que están en una semifinal, todos sabemos cuáles son los 10 o 15 que pueden clasificarse para las finales. Entre estos, cinco o seis son los más fuertes. Se trata de una lucha mental.

¿Qué esperas de esta temporada?

La verdad es que no lo tengo claro todavía, pero creo que este año va ser difícil entrar incluso en semifinales. Veremos cómo está el equipo japonés, jaja! Hay una cosa que sí tengo clara, haré todo lo que esté en mis manos por llegar en el mejor estado de forma posible cuando empiece la temporada competitiva.

Con la experiencia que he adquirido en estos diez años de competición he comprobado que pocos escaladores mantienen el mismo nivel de una temporada a otra. Veremos si este año es igual o no.

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«He probado ‘First Round First Minute’ 9b. Es un nuevo grado para mí, un nuevo reto»

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Hablemos de la escalada en roca. ¿Le dedicas mucho tiempo?

Escalo en roca menos de lo que me gustaría. Acabo muy cansado de las sesiones de entrenamiento y me cuesta encontrar la motivación y ganas para salir. Además, con el nuevo formato olímpico combinado, tengo que entrenar también dificultad y velocidad, y me resta muchas horas.

¿Dónde has escalado durante tus vacaciones en España?

Este viaje me ha ido muy bien. Acabé muy cansado después de las competiciones y la escalada en roca me ha hecho recuperar la energía. Cuando entreno en el rocódromo lo hago con unos objetivos en mente que me conllevan mucha presión. En cambio, cuando escalo en roca, simplemente disfruto, y eso hace aumentar mi motivación.

El año pasado conseguí mis mejores objetivos en roca. Encadené ‘From Dirt Grows Flowers’ 8C, en Ticino, y también me apunté una primera ascensión en Lietlathi Park, una zona cerca de San Petersburgo, con el problema ‘Whiplash’ 8C. En este último invertí mucho tiempo.

Aquí he probado ‘First Round First Minute’ 9b. Es un nuevo grado para mí, un nuevo reto. Siento que puedo hacerla. Intentaré volver cuando acaben las competiciones  y prepararé un entrenamiento específico para deportiva. Necesito ganar fuerza de dedos para poder escalar mejor con cuerda. Este viaje ha sido la primera vez que me he centrado únicamente en la escalada deportiva y tengo ganas de repetir, aunque todo dependerá de la planificación enfocada a las olimpiadas de Tokio.

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«Yo me considero escalador, no un atleta. La escalada de velocidad no es escalada»

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Y sobre los Juegos Olímpicos, ¿te gusta el formato combinado propuesto para Tokio 2020?

No me gusta nada, no quiero hacerlo (risas). Es todo lo que puedo decir. Me gusta el boulder, me gusta la dificultad pero no me gusta la escalada de velocidad, no tiene ningún sentido. Yo me considero escalador, no un atleta. La escalada de velocidad no es escalada. He hecho varios entrenamientos de velocidad y cada vez me gusta menos. Me siento débil cuando entreno velocidad y no me gusta esa sensación.

¿Crees que podrás estar entre los 20 escaladores seleccionados para Tokio?

Creo que sí. Mis resultados en boulder son buenos y deberían ayudarme a entrar en ese grupo final.

¿Cuáles pueden ser los rivales a batir?

Uf! Es difícil saberlo. Los japoneses estarán entre los mejores, dos o tres de ellos seguro. También apostaría por Jakob Scuhbert, Adam Ondra y Jongwon Chon. En chicas diría que las favoritas serán Janja Garnbret y Shauna Coxsey. Pero quién sabe, aún faltan dos años. Seguramente será una competición muy abierta.