Edu Marín se encuentra en China, concretamente dentro de los límites del parque nacional de Guizhou, para escalar el techo más largo del mundo, en el gran arco de Getu. Es el segundo viaje que realiza a la zona para intentar liberar una vía que él mismo ha abierto: Valhalla (380m, 9a+).
Valhalla es una vía de 14 largos y 380 metros que transcurre casi en su totalidad por el techo del gran arco de Getu, alcanzando la máxima dificultad en el quinto largo, de 9a+. Además, cuenta con diez largos entre el 8a+ y el 8c+. Marín calcula que podría necesitar unas 12 horas para el ataque definitivo.
Durante el primer viaje, entre abril y mayo de 2018, Marín prácticamente no tuvo tiempo de probar la vía una vez abierta, por lo que decidió volver a casa, coger fuerzas, entrenar, y regresar posteriormente. Ahora lleva casi dos meses en China de nuevo y el proyecto va avanzando, no sin dificultades.
Entrevista con Edu Marín. Así evoluciona en Valhalla
Hemos hablado con Edu para que nos explique en qué momento del proyecto se encuentra. Su sinceridad no deja lugar a dudas. Se encuentra ante una gesta realmente titánica.
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«Mi consciencia tiene que saber que cada largo está dominado y que no voy a caer cuando ataque desde el suelo»
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¿Cómo evoluciona el proyecto?
Todavía seguimos en el proceso de liberación de los largos. La buena noticia es que ya he liberado 13 de los 14. Ahora mismo me encuentro tratando de liberar el quinto largo, que he llamado Odin’s Crack 9a+. Es un largo realmente increíble, de 35 metros de recorrido sobre techo, y donde tienes que escalar en todos los estilos: fisuras, regletas, monodedos, … con secciones a bloque y secciones de resistencia pura. Por falta de resistencia, precisamente, el otro día me caí entrando en la reunión, a un movimiento del canto final.
Tu padre sufrió hace poco una caída cuando se resbaló en la aproximación a la vía. ¿Cómo se encuentra?
Son momentos difíciles, por el accidente de mi padre y porque el tiempo es realmente extremo, con nieve, lluvia y mucho frío. Actualmente estamos en Guiyang, una ciudad que está a 3 horas de Getu. El arco está empapado de la nieve que cayó días atrás, al derretirse acabó filtrando.
Mi padre está mejor pero todavía no puede mover el brazo. Esta lesión pone en peligro todo el proyecto porque no quiero que empeore al tener que jumarear 150 metros para asegurarme cada día.
Si no encontramos una solución, o se recupera pronto al 100%, tendremos que abandonar. Hay cosas que no podemos controlar, como el tiempo o los accidentes.
Por otro lado, también llevamos muchos meses en la aldea de Getu y empieza ser un poco difícil. Siempre comemos la misma comida, arroz y verduras. La gente no habla inglés, por lo tanto no te puedes comunicar con nadie. A mi padre lo quiero mucho, pero 24 horas todos los días durante 2 meses… jaja!. Nuestra convivencia es muy buena, pero necesitamos un cambio de aires.
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«Estamos entrenando nuestro umbral de sufrimiento escalando en condiciones invernales, pero todo tiene un límite y estamos cerca de abandonar»
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¿Qué estrategia estás siguiendo para probar la vía?
Para mí este proceso no se trata de liberar los largos, sino de dominarlos. Mi consciencia tiene que saber que cada largo está dominado y que no voy a caer cuando ataque desde el suelo. Para mí eso es realmente importante. Soy un escalador con mucho carácter, lucho y lucho, sin tregua.
La mayoría de vías las encadeno cuando no me lo espero y tengo la cabeza lista para una buena batalla, pero en Valhalla es diferente. No puedo pretender luchas 14 largos, tengo que dominarlos, incluso sentirlos fácil. Por ese motivo, este proceso está siendo más largo de lo que esperábamos, y además estamos teniendo malas condiciones.
Mis pensamientos son: «Si puedo escalar el 9a+ en condiciones de temperaturas bajo cero, cuando por fin llegue la condición lo sentiré fácil». Eso me motiva para seguir entrenando mi umbral de sufrimiento.
¿Cuáles son esas condiciones?
Ahora mismo no la podemos probar porque está realmente mojada. Después de nevar, la nieve se fundió y mojó todo el arco y además, no deja de llover. Estamos entrenando nuestro umbral de sufrimiento escalando en condiciones invernales, pero todo tiene un límite y estamos cerca de abandonar. En el proceso de liberar el largo más duro, Odyn’s Crack, los últimos días estaba cayendo porque no podía sentir las manos ni los pies. Estábamos escalando a -5º.
El día que me caí en el ultimo movimiento estábamos a -2º. Cuando me di cuenta tenía las manos en sangre y los pies congelados. Hasta que no llegué al suelo no sabía ni que tenía dos pies, ¡¡jaja!!
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«Estoy preparado física y psicológicamente para intentar encadenar Valhalla en un solo día»
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Consultando la reseña, esos 14 largos del tirón parecen algo muy extremo. Además de la propia dificultad, ¿qué supone el reto a nivel psicológico?
Estoy preparado física y psicológicamente para intentar encadenar Valhalla en un solo día. Llevo más de un año ansiando este momento, soñando con el día en que me encuentre en el suelo a punto de atacar Valhalla. Lo he visualizado cientos de veces en mi cabeza… Miraré hacia arriba una vez más, sonreiré y disfrutaré de la escalada más loca y divertida de toda mi carrera como escalador. Será un día glorioso, no por los resultados que pueda obtener, sino porque estaré cumpliendo un sueño que cuando empezó parecía una auténtica locura.
Aún con todos los contratiempos, ¿crees que puedes entrar en el Valhalla en este viaje?
Voy a dejarme el alma para intentar liberar Valhalla en este viaje, no hay nada que desee más en este momento. Podría decir que se ha convertido en una obesión. Estoy preparado para hacerla ahora pero hay muchos factores externos que están complicando todo el proyecto.