5 de diciembre de 2024

El león vuelve a rugir

Chris Sharma: «‘Sleeping Lion’ ha sido como un entrenamiento para volver a Mont-rebei»

Hablamos con el escalador norteamericano unos días después de anotarse la que considera la mejor vía que ha equipado y encadenado en su carrera

Chris Sharma en Siurana
Chris Sharma a pie de vía en El Pati, en Siurana. Foto / Ivan Torres
 

Chris Sharma acaparó toda la atención de los escaladores y escaladoras que el pasado martes 28 de marzo estaban escalando en los sectores repartidos por el Barranc de Fontscaldes, como El Pati, l’Olla, Siuranella Est o Negociee, en Siurana.

Alrededor de las 12 del mediodía Sharma se disponía a realizar un intento más en Sleeping Lion. Tenía todas las secciones y movimientos bien trabajados, aunque hacía más de dos meses que se caía una y otra vez en la parte final del paso clave. El factor psicológico ya pesaba más que el físico y además, la mejor temporada para escalar en El Pati tocaba a su fin.

Cuando le has dedicado tanto tiempo a un proyecto y lo sientes tan cerca, cualquier intento puede acabar por ser el bueno, o no… quién sabe. Para Chris el pasado martes fue el día. Todo encajó a la perfección. Sleeping Lion ya era suya. Su propuesta: 9b+.

Chris Sharma habla sobre Sleeping Lion

Unos días después hablamos con Chris Sharma para conocer algunos detalles más sobre esta histórica ascensión. Está volviendo de Santa Linya, donde ha ido a escalar para disfrutar del día, sin más, sin la presión de probar ninguna vía en su límite. La conversación se alarga más de 40 minutos, comentando cómo ha vivido este año y medio proyectando Sleeping Lion, cómo ha conciliado su vida familiar y laboral con un reto de tal magnitud o por qué cree que la vía puede llegar al 9b+.

«Con la apertura de los rocódromos y formando una familia, ha sido difícil conciliarlo todo con la escalada»

Sleeping Lion es tu segunda king line en Siurana. Fue una sorpresa cuando anunciaste que tenías un gran proyecto allí de nuevo.

Llevaba muchos años sin escalar en El Pati. En diciembre de 2006 pude hacer la segunda repetición de La Rambla 9a+, y posteriormente, cuando me mudé a Catalunya, equipé y luego encadené Golpe de Estado allí también. Después de conseguir la primera ascensión de Golpe de Estado, en diciembre de 2008, apenas escalé allí. Han pasado muchos años desde entonces y en este lapso de tiempo, con la apertura de los rocódromos y formando una familia, ha sido difícil conciliarlo todo con la escalada.

Pero realmente no has dejado de escalar…

No, realmente no he parado, pero llevaba años sin poder dedicarle tanto tiempo a una vía. No conseguía encajar todas las piezas. Iban pasando los años y pensaba en todos los proyectos que aún tenía pendientes. Debía escoger uno y enfocar de nuevo. Al abrir Sharma Climbing Gavà me mudé a Gavà y empecé a compartir algunos entrenamientos con David Macià y Alberto Ginés en el rocódromo.

Y en ese momento, ¿qué proyecto escogiste?

El multi-pitch de Mont-rebei era el proyecto que tenía más sentido para mí en ese momento. Sentía que con las vías deportivas que tenía pendientes no iba a evolucionar como escalador, necesitaba reinventarme. La vía de Mont-rebei la dejé de lado cuando me centré en La Dura Dura y después la había ido probando de forma muy intermitente. Esa línea es realmente dura. Seguramente tiene dos largos de noveno grado, uno de 8c+ y un par rondarán el 8c. Decidí que debía escalar muchas vías en el día para poder enfrentarme a un monstruo así y Siurana era el lugar perfecto para prepararme. El estilo de escala es similar al del proyecto de Mont-rebei, con muchas regletas, agujeros, secciones a bloque, etc.

«No sabía si realmente iba a salir una vía o no pero llevaba 15 años mirando ese muro y quería disipar mis dudas»

Así que empezaste a hacer viajes a Siurana.

Desde que vivo en Gavà Siurana es una de las zonas que tengo más cerca de casa. Un día estaba escalando en Negociee, justo enfrente del Pati, y me miraba esa parte de caliza de color azul del muro que siempre me había obsesionado. No tenía claro cómo llegar a esa pared escalando desde abajo. Lo único que podía hacer era ir un día allí y ver por qué parte del muro inferior de caliza blanca podía acceder. Unos días después llamé a Toni Arbonés y le pregunté si me podía prestar el taladro. No sabía si realmente iba a salir algo o no pero llevaba 15 años mirando ese muro y quería disipar mis dudas.

Chris Sharma escalando Sleeping Lion
Chris Sharma en Sleeping Lion. Foto / Riki Giancola

Parece que tuviste suerte, ¿no? 

Sí, puse varias chapas en diferentes puntos hasta que encontré una línea por donde podía acceder a la repisa desde donde ya puedes escalar hacia el muro azul. Una vez descifrado ese enigma me descolgué por arriba y equipé el resto de la vía. Es curioso porque me había dicho a mí mismo que no iba a equipar ninguna vía más hasta que no cerrara alguno de los proyectos que tenía pendientes. Eso pasa cuando vives en Catalunya, la lista de proyectos de calidad se va haciendo larga, pero no podía dejar pasar esa oportunidad, presumiblemente la vía iba a ser muy buena.

¿Crees que Sleeping Lion es mejor que el resto de vías que has podido equipar y escalar?

Definitivamente, sí. Además, me servía para reconectar con Siurana y tenía la escuela cerca. Podía incluir el proyecto en mi rutina, combinarlo con mi vida familiar y empresarial.

¿Tuviste claro desde un primer momento que la vía era posible?

Tengo mucha experiencia equipando este tipo de vías. La parte de abajo era la que realmente me preocupaba, la sección superior, la del muro azul, era mucho más evidente.

¿Cómo viviste la primera parte del proceso?

Descifrar todos los pasos fue realmente emocionante. Me llevó un mes aproximadamente, pero entonces, en noviembre de 2021, empezó el rodaje de la serie The Climb para HBO Max. El rodaje duró cuatro meses, así que perdí prácticamente toda la temporada. En abril de 2022 fue cuando me pude centrar realmente en Sleeping Lion, me metí de lleno en el papel. Pasado el verano, volví de nuevo, en octubre, y ya no abandoné el proyecto hasta que lo conseguí.

«Desde principios de noviembre del año pasado he estado yendo a Siurana dos o tres días por semana. No he hecho nada más en este tiempo»

Sleeping Lion es la segunda vía de 9b+ en tu libreta. ¿Te ha costado más que La Dura Dura?

Desde principios de noviembre del año pasado he estado yendo a Siurana dos o tres días por semana. No he hecho nada más en este tiempo. La Dura Dura también la probé mucho, pero son estilos completamente diferentes. Trabajar vías tan duras es muy psicológico. Cuando probaba La Dura Dura creo que la podía haber encadenado un año antes, aunque finalmente el proceso se alargó mucho. Es complicado comparar las dos vías pensando en el tiempo que le he tenido que dedicar a cada una. En cuanto al estilo, La Dura Dura tiene la sección más difícil abajo, después un buen reposo y aunque también puedes fallar en la sección de 8c+, lo que más me costó fue la parte de abajo. En Sleeping Lion la resistencia que necesitas cuando llegas al crux final es muy alta. Me llegué a caer hasta 16 veces ahí.

 

Que hayas encadenado de nuevo un 9b+, diez años después de apuntarte La Dura Dura, ha sorprendido a la comunidad escaladora.

Por eso le he dedicado esta vía a todos esos escaladores y escaladoras que tienen 40 años o más. A esas edades muchos tienen familia, obligaciones laborales diversas, etc. Ha sido un gran reto vital, como encadenar 9b+ en la vida. Sigo aprendiendo y equivocándome. Después de encadenar La Dura Dura necesitaba hacer otras cosas en la vida, era importante para mí hacer un cambio. Por eso decidí emprender abriendo los rocódromos y también tenía ganas de formar una familia. Mi nivel como escalador ha aumentado desde que tomé esta decisión, tenía menos tiempo y lo valoraba mucho más.

Parece una contradicción. Un proyecto así requiere de mucho tiempo y dedicación.

Yo me sentía muy bien, aunque era consciente de que no iba a ser fácil. Estaba escalando como nunca y sabía que me podía llevar dos o tres temporadas cumplir mi objetivo. No quería frustrarme si no encadenaba, habría sido ridículo. Hay que disfrutar cada cosa en cada momento.

«En menos de 10 años cumpliré 50, el tiempo pasa muy rápido. Eso me hizo reflexionar. Tenía que darlo todo»

Con tantas obligaciones, ¿qué estrategia decidiste seguir?

No me quería agobiar. Ya tenía suficiente estrés y presión en el ámbito profesional, por ejemplo. Simplemente quería esforzarme al máximo y cuando se dieran las condiciones oportunas sentía que iba a estar preparado. Sin darte cuenta pasan los años y es muy fácil perder el estado de forma. El proceso en Sleeping Lion se ha alargado un año y medio pero realmente ha sido el fruto del trabajo de todos estos años. He tomado unas decisiones concretas para que se acabaran dando las condiciones necesarias. Era muy fácil acabar perdiendo el enfoque, pero es importante encontrar el tiempo para uno mismo. Quería volver a escalar en mi máximo nivel. En menos de 10 años cumpliré 50, el tiempo pasa muy rápido. Eso me hizo reflexionar. Tenía que darlo todo.

Chris Sharma en Siurana
Chris Sharma en la repisa donde empiezan las dificultades de ‘Sleeping Lion’. Foto / Ivan Torres

Después de verte probando Sleeping Lion en varias ocasiones daba la sensación de que no tenía un solo crux.

Es una vía de fuerza-resistencia. Tiene varias secciones de bloque, una tras otra. El primer problema de bloque ya es 8A, después tienes un reposo decente, otro problema de 8A, otro pequeño reposo, y entonces llega la sección más dura, de 8A+. Finalmente, tras otro pequeño reposo, llegan diez movimientos en una sección de boulder de nuevo, de 8A, y acabas escalando un 8a+.

¿No has entrenado de forma específica para la vía?

No, simplemente he escalado en la vía. Siempre ha sido mi manera de afrontar los proyectos. Cada uno tiene sus métodos, este es el que me funciona a mí. Hay que darle duro en roca. Sólo hice unas cuantas sesiones de Kilter Board durante una semana para coger un poco más de fuerza.

No has tenido dudas al proponer 9b+. 

Si no lo hubiera hecho creo que habría sido injusto conmigo mismo. Le he dedicado muchos días de trabajo e intentos. Me pareció muy dura desde el primer día. Si los repetidores piensan que está por debajo de ese grado no pasa nada. Para mí ha sido difícil compararla con La Dura Dura después de que haya pasado una década, pero si la comparo con algunas vías de 9b que he encadenado, como El Bon Combat, que fue la última que escalé en ese grado, creo que hay un salto sustancial.

«Creo que uno de mis talentos, más que escalar, es saber encontrar líneas como Sleeping Lion. Disfruto mucho con ese proceso creativo»

En el mundo sólo sois ocho los escaladores que habéis alcanzado el 9b+. ¿Quién de ellos crees que podría ser un firme candidato para repetir Sleeping Lion?

Creo que cualquiera de los que han llegado al 9b+ podría repetir la vía. En mi opinión, creo que podría ser el 9b+ de referencia a nivel mundial. Tiene una gran calidad y creo que se convertirá en una clásica. Es la mejor de las que he equipado y escalado y seguro que los mejores escaladores del mundo querrán repetirla. Aún así, en El Pati hay más vías… Ahí está Golpe de Estado, que sólo ha repetido Adam Ondra.

Quizá Golpe de Estado podría estar al mismo nivel que Sleeping Lion.

Empiezo a pensar que podría ser 9b+, sí. Cuando hice Golpe de Estado casi no tenía referencias en esas dificultades.

La mayoría de vías duras de tu libreta son primeras ascensiones. Se conocen como king lines, esa es tu marca personal.

Me encanta la parte creativa, visualizar las líneas. Creo que uno de mis talentos, más que escalar, es saber encontrar ese tipo de vías. Disfruto mucho con ese proceso. Pero también fue fantástico encadenar La Dura Dura, a pesar de que no consiguiera la primera ascensión finalmente. También me apetece volver a Clark Mountain para probar la entrada directa de Jumbo Love, Suprême Jumbo Love, que estableció Seb Bouin. La línea que yo había imaginado realmente era esa y siento una conexión especial con ese lugar. Tampoco me importa que otros escaladores hayan encadenado Perfecto Mundo, sigo teniendo ganas de hacerla. Aunque si te soy sincero, quería ser yo quien hiciera la primera ascensión de Sleeping Lion. He regalado algunas joyas como La Dura Dura, Perfecto Mundo o Ratstaman Vibrations y ésta tenía ganas que fuera para mí.

«Encadené Sleeping Lion a mediodía e inmediatamente me fui hasta Margalef para volver a probar Perfecto Mundo»

Con Sleeping Lion ya en tu libreta, ¿te planteas retomar alguno de tus proyectos anteriores?

Cuando tengo un día libre para poder escalar trato de aprovecharlo al máximo. Encadené Sleeping Lion a mediodía e inmediatamente me fui hasta Margalef para volver a probar Perfecto Mundo. Esa vía sigue estando en mi cabeza y me gustaría hacerla, pero no sé si me motiva realmente. Para conseguir una vía de tal nivel tienes que ser muy constante y para mí Margalef está lejos si tengo que ir y volver en la misma jornada. Tal vez tengo que ir a probar Le Blond, en Oliana, de nuevo, y acabar de decidirme. Lo que sí tengo claro que es me gustaría volver a centrarme en el proyecto de Mont-rebei. Sleeping Lion ha sido como un entrenamiento para volver allí.

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