19 de abril de 2024
E9 Planet

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En La Pedriza

Alejandro Gala encadena tumbados de 8b y 8b+ en el día en La Pedriza

Alejandro Gala escalando en La Pedriza
Alejandro Gala en 'Hermanos Malasombra' 8b. Foto / Talo Martín
 

La escalada de adherencia en un estilo poco comercial, minoritario y que en España tiene a la La Pedriza, en la Sierra de Guadarrama (Madrid), como lugar más representativo. Cualquier escalador que no esté acostumbrado a la técnica que requiere este tipo de vías se ve obligado a rebajar sus expectativas cuando se enfrenta a un «tumbado».

A día de hoy, la vía de adherencia más dura de La Pedriza es Territorio Comanche 8c+, y tan solo cuenta con una ascensión, la de Ignacio Mulero, en abril de 2017. Encadenar octavos de adherencia en la parte alta de la tabla de dificultad requiere un esfuerzo y motivación extras, además de que las condiciones ambientales sean las adecuadas.

La semana fantástica de Alejandro Gala en La Pedriza

Durante las pasadas fiestas navideñas el frío fue especialmente intenso en casi toda la Península Ibérica y La Pedriza no fue una excepción. «Las condiciones fueron extremadamente buenas, un frío perfecto y muchos días nublados. Se notó absolutamente», comenta Alejandro Gala «El Mago», escalador de 24 años que protagonizó durante los últimos días de diciembre una semana de las que no se olvidan sobre el granito predicero.

Gala es profesor de filosofía y mago profesional. Empezó a escalar hace tan solo cinco años, en 2016: «Nunca había hecho ningún deporte, pero a los tres meses de empezar a escalar, y gracias a que salí pronto a roca, hice mi primer 7a en La Pedriza y al año La Fábrica de Ninjas 7c+ al tercer pegue. Desde entonces me centré en escalar en caliza dejando de lado el granito. En 2018 hice algo de bloque por La Pedriza y en 2019 sufrí una lesión en la rodilla, rotura de menisco».

El año pasado el madrileño decidió volver a los «tumbados»: «En 2020, debido al confinamiento, volví a centrar mi mirada en las placas pedriceras. Después de ir al Risco de La Peseta y coger ritmo allí, encadené El Correvuela, en El Muro del Snoopy, al segundo pegue».

Alejandro Gala en La Lechenda de Maromer 8a
«El Mago», abonado al granito pedricero, en ‘La Lechenda de Maromer’ 8a. Foto / Talo Martín

La sensaciones eran buenas para Alejandro y una semana después de tachar El Correvuela, coincidía en La Pedriza con Dani Andrada, que como cada año pasaba la Navidad en Madrid, y con Talo Martín, «slabducator» por excelencia. Juntos escalaron durante una semana de intenso frío en los sectores Tora Bora, El Risco de la Fuente y El Tamboril.

«Durante esos días tuve el honor de encadenar, mientras me aseguraba Dani, al que acababa de conocer, mi segundo octavo de granito al flash, Match Point, en Tora Bora. Dani la encadenó después también. Unas jornadas después en El Risco de la Fuente, Andrada y yo hicimos Cifósis Mental, una vía espectacular que en mi caso había probado el día anterior con Miguel Juárez», explica Gala.

Pero lo mejor aún estaba por llegar… «La semana parecía terminar cuando hicimos en El Tamboril otro doblete con Dani, el encadenar La Lechenda de Maromer. Posteriormente, en un día de nevada, aprovechando que había probado Hermanos Malasombra cayéndome al flash y que Talo había dejado a punto un proyecto al lado dedicado a su mujer, volvimos a Tora Bora. Talo encadenó haciendo uso de su maestría plaquera y firmó la primera ascensión de El Roser del Meu Carrer, proponiendo 8b+. Por mi parte, pude ponerle el punto rojo a Malasombra y después hice la segunda ascensión de El Roser del Meu Carrer«.

Con las ascensiones de Malasombra 8b y El Roser del Meu Carrer 8b+, Alejandro Gala conseguía encadenar el mismo día su primer 8b y 8b+ de adherencia, un registro poco frecuente en La Pedriza en lo que a vías de adherencia se refiere: «No le doy mucha importancia tampoco. En La Pedriza hay muchos estilos de escalada y las graduaciones de las vías varían continuamente. Desde luego, para mí está siendo un invierno increíble, acompañado de la mejor gente posible y estoy pudiendo probar vías de las que siempre había oído hablar. Habiendo hecho tan poco aquí dejo las graduaciones y dificultades a posteriores ascensiones. Ya estoy intentando convencer a gente para que prueben estas líneas y así poder objetivar las opiniones».