Robert Leistner ha realizado la primera ascensión en libre de Vertreibung der Ietzten Idealisten 12a (8c), en la torre Nonnengärtner del Elbsandstein alemán. El encadenamiento y la dificultad de la vía no sería noticia en otras escuelas, pero si hablamos de la zona del Elbsandsteingebirge el asunto toma otra dimensión.

Vertreibung der Ietzten Idealisten se ha convertido en la línea más dura jamás encadenada en el Elbsandstein (Alemania), una de las zonas de escalada más viejas del mundo. Allí se practica la escalada desde finales del siglo XIX. Sin ir más lejos, el primer 6a (Wilder Kopf-Westkante, 1918) y 6b (Schrammtorwächter nord, 1936) tienen su origen en esta escuela.

Al carácter histórico de la zona se suma que las vías tan solo están equipadas con distanciados anillos metálicos y no se permite el uso de empotradores o friends, para conservando así una roca muy blanda. Además de los anillos, allí las vías solo se pueden proteger con nudos de cinta empotrados en las fisuras y huecos. Por si fuera poco, no se puede utilizar magnesio.

En una entrevista con Planet Mountain, Leistner explica que «la visión de la vía fue del pionero Bernd Arnold en la década de los 80 del pasado siglo. Después de varios intentos consiguió llegar hasta el tercer anillo, pero posteriormente tuvo que abandonar el proyecto por diversas circunstancias».

El escalador alemán retomó el proyecto de Arnold en 2005, cuando escaló la vía hasta pisar la cima de la torre, aunque no la pudo liberar. Han pasado 14 para que Leistner haya podido cerrar finalmente un proyecto vital en su carrera.

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 Vertreibung der Ietzten Idealisten, la vía más dura del Elbsandstein

Vertreibung der Ietzten Idealisten (La Explusión de los Últimos Idealistas) tiene una longitud de casi 60 metros y se divide en dos largos. El primero llega hasta el 7c+ y finaliza en una repisa a 15 metros del suelo. A partir de aquí empiezan las dificultades reales de la vía y es donde se alcanza el 8c: pequeñas regletas, agujeros minúsculos, pasos atléticos y una distancia entre seguros al más puro estilo del Elbsandstein.

Leistner explica que «la protección más cercana en el crux se encuentra a tres metros por debajo de éste y se trata de un nudo hecho con una cinta de kevlar de 5mm. Psicológicamente es muy duro. Existen caídas potenciales de hasta 15 metros. El aspecto mental, luchando contra el miedo, es ciertamente un problema».

Compartimos el vídeo de la primera ascensión (no en libre) de Robert Leistner en Vertreibung der Ietzten Idealisten, en 2005.