21 de noviembre de 2024

Todo o nada

Iris Matamoros encadena ‘Fabela Pa La Enmienda’ 9a, en Santa Linya

El murciano se la juega a una sola carta en la Cova Gran y gana la apuesta. 'Fabela Pa La Enmienda' es una de las vías más duras de su libreta

Iris Matamoros escalando en Santa Linya
Iris Matamoros en 'Fabela Pa La Enmienda' 9a. Foto / Col. Iris Matamoros
 

Iris Matamoros ha encadenado Fabela Pa La Enmienda 9a en Santa Linya. Después de unos años en los que la Cova Gran parecía haber quedado en un segundo plano, esta temporada ha vuelto a las primeras páginas de la actualidad. «Nosotros llevamos viniendo en esta época desde que nació nuestro hijo Unai y siempre ha habido mucha gente fuerte, pero es verdad que esta año han sonado más cadenas», comenta el murciano, que junto a su pareja, Teresa Troya, e hijos, llevan instalados varias semanas en Santa Linya.

La apuesta de Iris en este viaje con Fabela Pa La Enmienda era prácticamente al todo o nada y afortunadamente ha podido tacharla a los pocos días de regresar a casa: «El año pasado la estuve probando y no pude hacerla porque se mojó y luego llegó el calor, así que era mi objetivo principal de la temporada. Quería haber entrenado muy bien y venir con los deberes hechos, como hice el año pasado en octubre, en Rodellar, pero a veces las cosas no salen como quieres. Los dos meses anteriores fueron una locura en casa, los niños estuvieron  malos muchos días y no podíamos dormir bien. Cogí una gripe de dos semanas y luego una lumbalgia me tuvo en la cama otro tanto, así que casi no pude entrenar. Llegué a Santa Linya en baja forma, podía hacer los pasos pero era incapaz de enlazar secciones largas y no recuperaba en los reposos. Casi al final del viaje sentí que tenía de nuevo el nivel para luchar y en el último día de buena condición conseguí dar un pegue en el que todo salió perfecto».

«En el último día de buena condición conseguí dar un pegue en el que todo salió perfecto»

Iris Matamoros y Teresa Troya escogieron Santa Linya esta primavera porque es un lugar donde podían probar vías duras y además, al ir con dos niños, éstos tenían un buen pie de vía para jugar y estar tranquilos. Dice que Iris que «hemos podido escalar sin demasiados problemas. Además, el hermano de Tere y otros amigos de la cueva nos han echado una mano con los niños. Hemos pedido dos semanas sin sueldo en el trabajo, que junto a la Semana Santa nos ha dado todo este tiempo para venir tan lejos a escalar. Nuestra organización va en función del proyecto que tenga cada uno y sus necesidades, nos apoyamos mutuamente para que cada uno pueda dar su máximo en el mejor momento».

Un buen momento de forma

Poco más de once años han pasado desde que Iris Matamoros encadenara Esclatamasters, en Perles. Eso fue en enero de 2012 y tres años después, en abril de 2015, se apuntaba Palestina, en Cuenca. Posteriormente, en mayo de 2017, encadenó La Trave de los Narcos, en El Santuario, en Murcia. Por un motivo u otro estas tres vías no se han acabado de consolidar en el 9a completamente e Iris consideró que su primer 9a «de verdad» llegó con Proa con Fin de Ali Hulk Extension, en Rodellar, el verano pasado. El murciano explica que ha podido mantener el alto nivel en estos años «a base de dedicación, esfuerzo y pasión por la escalada, pero es verdad que con los niños hay épocas muy duras y momentos en los que te planteas si tanto esfuerzo merece la pena. A veces directamente no puedes y toca bajar el ritmo».

«Ahora sé mucho más sobre mí y sobre el rendimiento en escalada»

El murciano posiblemente se encuentra en el mejor momento de su trayectoria como escalador, aunque puntualiza que «a nivel de vías duras encadenadas quizá sí,  pero escalo muchas menos vías, tenemos menos tiempo y hay que priorizar objetivos. Ahora sé mucho más sobre mí y sobre el rendimiento en escalada (entrenamiento, nutrición, psicología, estrategia…), así que con menos tiempo o nivel puedo sacar buen rendimiento de vez en cuando.»

Con la llegada repentina del calor y el verano a la vuelta de la esquina, Iris Matamoros y Teresa Troya tenían en mente ir a Flatanger (Noruega), «pero finalmente no creo que podamos, así que quizá vayamos a Francia o Alemania… Algún sitio con buen pie de vía».

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