El Comité Olímpico Internacional anunció el 2 de agosto de 2016 que la escalada sería olímpica en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Fue un día histórico para este deporte y claro un punto de inflexión para su desarrollo. Un año más tarde, en 2017, Reza Alipour establecía un nuevo récord del mundo de velocidad -5.48 segundos-, la disciplina más discutida dentro del formato olímpico combinado propuesto para Tokio.

El récord del iraní fue resistiendo a lo largo de varios años y una pregunta empezó a hacerse recurrente: ¿Se bajaría algún día de los 5 segundos? Hace tan solo un año, en la prueba de la Copa del Mundo de Velocidad disputada en Salt Lake City (Estados Unidos) en mayo, Kiromal Katibin daba la sorpresa. El escalador de Indonesia batía el récord de Alipour de forma holgada, marcando un tiempo de 5.25 segundos. La escalada de velocidad tenía un nuevo rey.

Poco más de doce meses han pasado desde ese 5.25 y las cosas han cambiado, y mucho. Desde entonces el récord del mundo de velocidad masculino se ha batido seis veces más. La última, en Chamonix (Francia), el 8 de julio. El protagonista, Kiromal Katibin, como no.

El sub 5 es posible. Kiromal Katibin para el cronómetro en 5.009 segundos

En la fase clasificatoria de la Copa del Mundo de Velocidad disputada en Chamonix, Kiromal Katibin ha establecido un tiempo de 5.009 segundos en la segunda manga, nuevo récord del mundo de velocidad. En la primera manga ya había corrido muy rápido, con un tiempo de 5.11 segundos, pero es que en la segunda ha desafiado todos los límites de la física y la biomecánica. El anterior récord lo ostentaba Katibin en 5.04, conseguido en Villars (Suiza) la semana pasada.

Los que eran escépticos respecto a si un ser humano podía escalar una distancia de quince metros sobre un muro con 5º de inclinación en menos de 5 segundos empiezan a creer en ello, el sub 5 es posible y Kiromal Katibin lo ha tenido más cerca que nunca.