Fontainebleau es, sin duda alguna, la meca del boulder. A finales del siglo XIX, los alpinistas franceses empezaron a utilizar este bosque a las afueras de Paris como lugar de entrenamiento para enfrentarse posteriormente a empresas mayores en alta montaña. Las zonas más visitadas eran Franchard y Apremont.
Ya en el siglo XX, muchos bloques o problemas se bautizaron con nombres de estos alpinistas pioneros, los primeros bleausards: Prestat, Paillon, Souverain o Pierre Allain. Por cierto, este último, inventó y comercializó los primeros pies de gato en el año 1948 bajo el nombre de sus iniciales, PA.
‘C’était Demain’, el primer 8A del bosque
Jacky Godoffe es uno de los bleausards contemporáneos más ilustres. Muchos de los primeros bloques de dificultad de Bleau llevan su firma. En 1984 abrió dos problemas en Cuvier Rempart que se convirtieron en clásicos instantáneos: ‘Big Boss’ 7B+ y ‘C’était Demain’, el primer 8A de Fontainebleau.
‘C’était Demain’ sigue siendo hoy en día un hueso duro de roer. La dificultad se concentra en el inicio del bloque: «Empiezas con las manos muy arriba. Después hay que utilizar un pie derecho malo y quedarse de un invertido», explica Jakob Schubert, protagonista junto a Anna Sthör, del segundo capítulo que Mammut dedica a algunos de los problemas de boulder más clásicos del mundo.