Yu Okumura pasó unos cuantos días del mes de diciembre en Catalunya. Ajeno a los focos mediáticos, el japonés no despertó atención, a pesar de que sus realizaciones en Santa Linya podrían haber encabezado los titulares de cualquier medio de comunicación especializado en escalada. En la Cova Gran, Okumura encadenó Stoking the Fire 9b y Fuck the System 9a, esta última al segundo intento.
La de diciembre no fue la primera visita del nipón a España. En 2022, escaló en Oliana y Margalef. Entonces encadenó Joe Mama 9a+, en el Contrafort de Rumbau, y Gancho Perfecto 9a+, en el Racó de la Finestra. Un año después volvió a la Península, y en esa ocasión, en el sur, encadenó Chilam Balam 9a+/b, en Villanueva del Rosario.
Sin duda alguna, Yu Okumura está dentro de esa categoría de escaladores dark horse. Sin traducción literal, el término anglosajón se refiere al caballo de carreras ganador en la sombra; un escalador que apenas cuenta, o no tiene, patrocinadores, se mueve al margen de modas y de los medios, y al que solo le importa escalar, más allá de los grados y la opinión del resto.
La repetición de Okumura en Stoking the Fire coincidió en el tiempo, aproximadamente, con la de Jorge Díaz-Rullo. Para Yu supuso su primer 9b y esa gran clásica de la dificultad no solo en Santa Linya, sino también a nivel mundial, ya acumula ocho ascensiones. Equipada por Tomáš Mrázek, la primera ascensión de Stoking the Fire corrió a cargo de Chris Sharma, en febrero de 2013.
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