Las guías de escalada, esos libros tan necesarios
La revolución digital nos ha beneficiado en muchas cosas pero también nos ha perjudicado en otras. Las guías de escalada parecen ser algo del pasado para muchos, aunque siguen siendo elementos indispensables para el desarrollo y mantenimiento de los paredes en las que todos escalamos
Que los tiempos están cambiando ya lo dijo Bob Dylan hace años, pero últimamente estos cambios son demasiado vertiginosos. Los cambios no son necesariamente buenos ni malos, hay de todo y todo depende de cómo los asimilemos. En el caso del consumo y la cultura hemos llegado a unos límites verdaderamente kafkianos e insostenibles.
Pero vamos a trasladar parte de esos cambios a nuestro mundo, a la escalada, y más concretamente al germen de la escalada deportiva: los equipadores y el equipamiento. Puede existir toda la roca que quieras delante de ti pero si alguien previamente no ha invertido su tiempo y dinero en equipar, allí no escalará nadie.
Equipar produce una gran satisfacción a quien lo hace, de lo contrario no lo haría, pero también supone invertir ingentes cantidades de tiempo, esfuerzo y dinero. Generalmente, lo único que se espera es el respeto hacia el trabajo realizado.
Las fuentes de financiación son escasas pero podemos enumerarlas y analizarlas:
- Subvenciones de clubs o ayuntamientos: no se da con frecuencia, pero a veces ocurren los milagros y es posible obtener material gracias a una institución que apuesta por mantener sus zonas en óptimas condiciones y desarrollarlas para uso y disfrute de los escaladores locales o con el objetivo de ampliar la oferta turística de la zona.
- Desembolso particular: cada equipador paga de su bolsillo íntegramente todo el material necesario (anclajes, taladros, cuerdas, etc). Aunque parezca mentira, es la forma más habitual de equipar, y sin esperar nada a cambio… Quizás, únicamente el respeto hacia lo realizado, que a veces ya es mucho.
- Edición de una guía de escalada del lugar: se destinan parte o todos los beneficios de las ventas a la compra de material para equipar o reequipar. Esto implica todo un trabajo de investigación, montaje, realización de textos y fotografías que exigirá incontables días de trabajo. Al margen de una buena inversión económica para los gastos de imprenta, papel, transporte, etc.
Las guías de escalada
Vamos a centrarnos en este último punto y en los caminos que está tomando la información de las escuelas de escalada en los últimos años.
La popularidad de los ordenadores y los teléfonos móviles ha propiciado una serie de incontables posibilidades en todos los campos imaginables, y claro, la escalada no está al margen. Como si de setas tras un período de lluvia se tratase, han proliferado las páginas web o apps basadas en la “información libre” sobre sectores de escalada. Unas se concentran en ciertas zonas y otras se hacen extensibles a todo el planeta. Ambiciosos proyectos colaborativos en los que sus autores ponen a disposición de los usuarios, voluntarios y amables con el resto de la humanidad, las herramientas necesarias para que consten, perfectamente ordenadas, en su web. En ocasiones únicamente aparece el nombre y grado, pero otras vienen acompañadas de su correspondiente croquis.
Cabe apuntar que también existe alguna web ética y que únicamente publica sectores con permiso de los equipadores o directamente son ellos los que introducen los datos. En este caso me parecen muy loables y no tengo nada que decir al respecto.
La mayoría de veces, en cambio, son intermediarios que no tienen nada mejor que hacer en esta vida que compartir con el resto del planeta el trabajo de los demás. Absolutamente todos los datos introducidos son copiados, sin ningún escrúpulo, de las guías en papel realizadas por los equipadores.
Es en este punto donde se rompe el ciclo vital del equipamiento. Ahora los escasos beneficios obtenidos no repercuten directamente en el equipador sino en alguien totalmente ajeno a la zona y que, seguramente, nunca ha estado allí ni piensa hacerlo. Después será el encargado de difundir la palabra divina de San Microsoft o San Apple sobre la «información libre» y que el papel está acabado. Posiblemente lo que se esté acabando es el futuro de la escalada artesanal y beneficiando únicamente la subvencionada en zonas turísticas.
Por otro lado se propicia tremendamente, y lo entiendo, la proliferación de paredes secretas, conocidas popularmente como «secretivos».
Pinell de Brai y Manikia, dos ejemplos
Ejemplos podría poner muchos, pero por cercanía voy a relatar los de dos escuelas que han pasado ante mi vida recientemente: Pinell de Brai y Manikia.
Pinell de Brai, en la provincia de Tarragona, es una joven y prometedora zona de escalada deportiva. Son varios los equipadores que con mucha ilusión invierten gran parte de su tiempo y dinero en el desarrollo del cañón, con unas 600 vías equipadas en la actualidad. Un buen día se pusieron de acuerdo para darla a conocer correctamente, haciendo una guía y, de paso, dedicar el 100% de los beneficios a comprar material con el que poder seguir equipando; las posibilidades son enormes aún.
Al poco tiempo de publicarse la guía de Pinell de Brai apareció en la app más conocida del mundillo toda la información calcada. El desengaño por parte de los equipadores fue tremendo.
¿Cuáles han sido los resultados? Información gratis para el escalador. Bien, en realidad de gratis no tiene nada: Telefónica, Apple, Samsung, …), bajan los ingresos económicos de los equipadores pero suben los de los creadores de la web (desde Alemania). Los equipadores de Pinell de Brai, evidentemente, se han replanteado la situación: «¿para qué vamos a hacer otra guía si al día siguiente nos la van a copiar?». Quizás no se publiquen más guías de Pinell de Brai y la información de todo lo que se equipe a partir de ahora quede solo a disposición de los locales. Y me parecerá la decisión más correcta.
Un caso similar ha sido el de Manikia, en Grecia. Se trata de una zona de escalada relativamente nueva, con mucha proyección de futuro. Para el desarrollo de sus paredes han apostado por un equipamiento sólido y de la mayor calidad que existe hoy en día en el mercado. La asociación Manikia Project es la que se encarga del desarrollo allí. La mayor parte de ingresos que genera la asociación son para comprar material de equipamiento. Éstos proceden de la venta de la guía de escalada, aunque también les apoya alguna institución local.
Tal y como ha sucedido en otras escuelas, como en Pinell de Brai, tal es el nivel de información copiada de la guía por parte de la misma app, que en una de las cláusulas del contrato para la donación de material, Manikia Project pide explícitamente que no se aporte información a otras webs o apps. De este modo, se pretende que todas la nuevas paredes desarrolladas se incluyan en la siguiente edición de la guía, lo normal, ¿no?
¿En manos de quién estamos?
Después de publicar esta columna de opinión, lo más probable es que salten a la palestra quienes se sientan aludidos, dando explicaciones y alabando la «información libre», patrañas para justificar el expolio infinito de información que otros han elaborado.
La intención es exponer unos hechos que pasan a día de hoy y que van a más. Pero en realidad, es tarea de todos respetar una ética en unos tiempos en que tanto se habla del «comercio justo» y saber en manos de quién estamos. Hay que elegir: ¿con los equipadores o con los traficantes de sueños?.
Si alguna vez te has preguntado cómo puedes contribuir al desarrollo de la escalada, seguramente es mucho mas fácil de lo que imaginas y está en tus manos, tú decides.
Luis Alfonso «Luichy» es un reconocido autor de guías de escalada, no solo en España sino a nivel internacional. Hasta la fecha, ha publicado 41 guías. También se dedica al equipamiento y ya suma más de 2.400 líneas, entre vías de deportiva, vías en pared y reequipamientos.