Giorgia Tesio ha conseguido encadenar ‘Hyaena’ 8b+, en Finale Ligure. Su rotpunkt supone la primera ascensión femenina de la vía, que ha llegado 32 años después de que Andrea Gallo consiguiera resolver todos los movimientos por primera vez.

La joven escaladora italiana, de 17 años, ha invertido tan solo 2 días de trabajo en la vía y un total de seis intentos, siete si se cuenta un pegue que le dió hace 3 años. Un encadenamiento de 8b+ que quizás no ocupará muchos titulares pero que es importante por dos motivos: el primero, por ser la primera ascensión realizada por una mujer, y el segundo, porque ‘Hyaena’ marcó durante un tiempo el estándar del 8b+.

Tesio es conocida en el circuito internacional de competiciones, principalmente en el de boulder, y es una de las escaladoras más fuertes de Italia. Empezó a escalar en 2005, con 5 años, de la mano de su padre. A los 12 consiguió su primer 8a al flash, con ‘Black Dolphin’, en Albenga (Italia), y con 14 encadenó ‘Chay’ 8b, también en Albenga, en solo 3 intentos. En su lista de bloques encadenados están ‘Excalibur sit start’ 8A+ y ‘Rampage’ 8A, ambos en Varazze (Italia).

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La italiana pasó las vacaciones de año nuevo en Margalef, donde encadenó vías como ‘Malasombra’ 7c+, ‘Transilvania’ 8a o ‘Ser Purista Me Despista’ 8a. Pocos días después de volver a casa se acercaba a ‘Hyaena’, una vía que se encuentra a una hora de casa. Giorgia Tesio hizo historia apuntándose la primera femenina de la vía.

Hyaena, una vía de referencia mundial

La zona de escalada de Finale Ligure, localizada cerca de Génova, en Italia, es uno de los lugares donde se ha escrito la historia de la escalada en Europa. A principios de los años 80 Finale Ligure empezó a recibir la visita de los escaladores que huían de las frías temperaturas de la mitad norte de Europa.

Los escaladores venidos de Suiza, Alemania o Austria, pasaban las noches acampados en playas cercanas, otros lo hacían ya en viejas furgonetas Volkswagen. Finale Ligure aseguraba temperaturas cálidas, roca caliente.

Entre los locales de aquella época se encontraba Andrea Gallo. En 1986 tenía 22 años y en poco tiempo se había ganado la reputación como mejor escalador de la región. Gallo era un fanático de pies a cabeza, escalaba una vía tras otra, sin descanso, hasta que el cuerpo aguantara. Cuando vió por primera vez la línea de ‘Hyaena’ no lo dudó ni un segundo, tenía que escalar esa vía.

Originariamente el primer tramo de ‘Hyaena’ se escalaba en artificial. Un amigo de Gallo había equipado la placa superior de 6c y para acceder a esta se salvaban en artifo los primeros metros. Gallo tenía la convicción de que era posible escalarla toda en libre.

Empezó a probar la vía en la primavera de 1986, pero cuando había conseguido resolver la mayoría de movimientos las temperaturas subieron. Con el termómetro disparado Gallo no era capaz de quedarse en las regletas y gotas de agua más diminutas. Esperó hasta que llegó el frío, y a finales de otoño, concretamente el 2 de diciembre, encadenó la ‘Hyaena’.

Andrea Gallo no tenía muchas referencias para graduar ‘Hyaena’. Era la vía más dura que había escalado, pero en Italia era uno de los primeros escaladores en aplicar la escala francesa de dificultad y no tenía claro en qué grado se encontraría su punto rojo. Finalmente la graduó en 8a+/b.

‘Hyaena’ se convirtió en la vía más dura de Finale Ligure. Todos los escaladores fuertes se acercaron a probar la vía. El austríaco Gerhard Hörhager fue el primero en repetirla, en 1987. Hörhager afinó en el grado y la recotó a 8b+. La vía del famoso movimiento cruzado se convertía en una de las más duras del mundo y durante mucho tiempo fue un referente en el grado.

Hoy, 32 años después, Giorgia Tesio ha sido la primera mujer escalarla, y aunque ya conozcamos el noveno grado, hay vías que siguen marcando estilo. ‘Hyaena’ es una de ellas.